La reconfiguración de la Avenida Fidel Velázquez, que conecta con la Unidad Habitacional La Margarita, es una obra que ha generado dificultades al sector médico y a los pacientes, quienes sufren para poder llegar al hospital que se encuentra en la Zona, por lo que en lugar de una mejora, representa un obstáculo.
Con una inversión de nueve millones 210 mil 86 pesos, el Ayuntamiento de Puebla implementó banquetas, guarniciones, tres pasos peatonales, 27 semáforos peatonales, 15 semáforos vehiculares, tres controles centralizables, seis señaléticas verticales en la zona 30, 15 rotulaciones de bicicleta y 432 bolardos, los cuales han sido criticados y que a menos de un mes, ya se perdieron por lo menos 10 piezas.
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A través de un recorrido realizado por El Sol de Puebla se pudo observar cómo fue la remodelación de esta vialidad, que si bien se pensó fuera funcional para los peatones, a decir de los pacientes y del personal de salud del IMSS La Margarita afectó rotundamente, ya que “es un lío poder acudir”.
En entrevista, Luis Ernesto Díaz Gallardo, médico de profesión señaló que la vialidad con anterioridad ya estaba mal planeada, por lo que por más que se busque generar un cambio y un entorno más ameno, no se puede, ya que hay un nosocomio en medio de una zona con mayor movilidad, lo que entorpece cualquier obra que se haga en el lugar.
En ese tenor manifestó que aun cuando el gobierno municipal visualizó una rehabilitación, ésta se pudo hacer mejor, ya que no existe un espacio de mayor accesibilidad para las ambulancias, lo que pone en riesgo la vida de los enfermos.
“Desde antes ya estaba mal la vialidad, la imagen se ve mejor, pero no se mejoró, si ya iban a hacer algunos arreglos, sí se pudo hacer algún cambio… la rehabilitación no me parece tan mal, pero si se iban a hacer algunas modificaciones, pues se hubiera visto alguna alternativa para la entrada y salida de las ambulancias", dijo.
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De igual forma Ninsi Mora Hernández sostuvo que no hay funcionalidad en la vialidad, ya que hay desorden, lo cual desencadena obstáculos para que los pacientes lleguen, inclusive si bien con anterioridad las ambulancias circulaban en sentido contrario para poder tener entrada al nosocomio, ahora tienen que dar una mayor vuelta para poder dejar al paciente.
Esto es una problemática de gravedad, ya que la cuestión del tiempo es indispensable en el momento que se habla de salvar a un paciente, pues tan solo unos segundos pueden significar la muerte de alguna persona que necesita atención urgente.
“No es tan funcional, hay mucho desorden en cuanto a la doble fila, la triple fila, aquí el detalle es el acceso para los pacientes para llegar a urgencias… estaba mal planeado desde antes esta vía, la usaban en emergencias, entraban en sentido contrario ante un paciente grave, pero ahora es imposible que puedan entrar, que si bien era incorrecto, en cuestión de vida o muerte de los pacientes, eran minutos que les servía para sobrevivir”, declaró.
Esta perspectiva no solo la comparten los médicos, sino también taxistas de la zona, pues así Alfredo González relató que la obra redujo los carriles, lo que complica tránsito y en las horas pico, los camiones hacen paradas “en donde se les da la gana” debido a que no tienen delimitado donde deben hacerlo.
Como conductor de transporte mercantil manifestó que a veces los pacientes son los que pagan los platos rotos, ya que es tardado poder ingresar al espacio del hospital y con ello, la situación se torna difícil también para los taxistas.
“La reducción que hicieron está totalmente mal planeada, hubieran hecho un acceso más amplio para que puedan ingresar las ambulancias en doble sentido y salir al mismo tiempo porque eso hubiera sido lo ideal… era la oportunidad para hacer una vialidad correctamente planeada”, dijo.
BENEFICIÓ A LOS PEATONES, PERO AÚN FALTA POR HACER
En tanto, para los peatones que transitan por la zona, fue una ayuda que se implementaran banquetas y pasos a nivel de piso, ya que si con anterioridad tardaban de 10 a 15 minutos para cruzar las vialidades, hoy esperan alrededor de cinco minutos para poder llegar del otro lado.
Aunque esto representa un gran avance, aún se debe exigir mayor cultura vial, pues no es de confianza para todos poder cruzar, ya que las unidades de transporte no respetan los pasos peatonales pese a que el semáforo esté en rojo o los mismos peatones no transitan por los lugares delimitados.
Cristina de 68 años destacó que ella tarda en cruzar 14 minutos debido a que los automovilistas no ponen de su parte para poder tener una zona de pacificación, ya que se pasan los altos, e incluso no ven si hay gente que intenta seguir su camino, pues a ella la atropellaron en el lugar y ahora espera lo más que pueda hasta tener certeza de que no le pasará nada.
Incluso, subrayó que también los ambulantes ocasionan accidentes, pues toman las banquetas y no dejan que los transeúntes caminen por el espacio que les compete, por lo que hay quienes caminan en plena vialidad y esto es motivo de algún percance vial.
A la par Juana Javier Mendoza, quien vende en la zona desde hace seis años, recalcó que sí ha beneficiado en cierto punto a quienes caminan, sin embargo, el tránsito sigue persistiendo y aunque ayudó a algunos, también afectó a otros.
BOLARDOS SE PERDERÁN PRONTO, PUDIERON CAMBIARSE POR GUARNICIONES
De las personas entrevistadas en su gran mayoría externaron que las piezas que se colocaron funcionan, excepto los bolardos, los cuales fueron 432 estructuras metálicas, sin embargo, los automovilistas han hecho de las suyas y entre la velocidad y la falta de educación vial han tumbado varios de ellos.
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De acuerdo con Enrique García Fuentes, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Puebla A. C. (CICEPAC), esto se pudo haber evitado, ya que la planeación debió ser distinta para evitar que se desprendieran los bolardos.
Agregó que sí es necesario ganar espacio para el peatón, pero con ayuda de otros factores como guarniciones o un camellón tradicional que hubiera permitido sembrar una paleta vegetal la cual coadyuvaría al aire de la zona, sin embargo, no fue de tal forma y los bolardos desaparecerán poco a poco.
“Se trata de ir ganando espacios para los peatones, se les debe dar las condiciones para los peatones, pero también áreas verdes, pudo haber sido una mejor intervención, siempre se puede mejorar”.
FALTA MAYOR PLANEACIÓN DE PROYECTOS MUNICIPALES, ESTATALES Y FEDERALES
Estas acciones que se han realizado sí pudieron haber sido diferentes y con mayor beneficio, sin embargo, los bancos de proyectos de las administraciones pasadas y de la actual gestión municipal no se han enfocado en dar continuidad a las obras que se hacen en cada ejercicio de gobierno.
El Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) es quien tendría que poner sobre la mesa las obras realizadas, pues con ello, se evitaría gastar demás y que existieran proyectos deficientes, ya que se tendría certeza de cómo ayudar a la gente y realmente construir un beneficio a futuro.
“El banco de proyectos debería tener un visión de largo plazo de la ciudad para que cada que llegue un nuevo Ayuntamiento volteen a ver a proyectos ejecutivos que cuenten con todos los estudios correspondientes para ejecutarlos, eso ayudaría mucho a los ayuntamientos.
No hay proyecto perfecto porque está hecho por manos humanas, pero creo que este proceso puede ser tortuoso si se trabaja a partir de buenos proyectos… Se pudo haber hecho mejor, me parece que una ciudad más planeada, que no la reinventemos cada tres años, sino que tengamos una visión de largo plazo es un tema de planeación que puede ayudar a diversas obras, no solo de vialidad”, finalizó.