Cuatro años después y luego de 17 audiencias, la familia de Ingrid Aremis Guevara Aguirre obtuvo justicia, ya que este 30 de noviembre las autoridades emitieron un fallo condenatorio en el que se determinó que Iker N, fue el feminicida y el próximo 7 de diciembre se le emitirá una sentencia que podría llegar hasta los 60 años.
En entrevista con este medio, la madre de la joven, la señora Ingrid Aguirre, compartió que este 30 de noviembre se realizó la audiencia número 17 por el juicio oral en contra de Iker N.; y al finalizar un debate en relación a un testigo que no se presentó, el juez dio espacio para los alegatos de clausura.
“Sinceramente pensamos que mandaría a un descanso o receso, pero no fue así, el juez en ese momento, al finalizar los alegatos de clausura por parte de la Fiscalía, asesoría coadyuvante y la defensa, procedió a dar su fallo, el fallo fue condenatorio. El juez explicó cuáles fueron las razones, los argumentos de la decisión y pues el fallo nos da tranquilidad”, comentó a El Sol de Puebla.
La señora Ingrid dijo que después de 4 años y medio de lucha y de no haber tenido acceso a la justicia expedita, le da paz saber que ya terminaron este proceso. “Sabemos que aún falta la individualización de la sentencia y pues estamos tranquilos porque todo el proceso fue conforme a derecho”, agregó.
Desde el principio de las audiencias, la familia de Ingrid dijo que contaban con todas las pruebas suficientes para demostrar la responsabilidad de Iker N., y lo único que solicitaron fue que la justicia se hiciera presente con una sentencia condenatoria.
“Hoy mi hija tuvo acceso a la justicia y reiterar que esta lucha no es nada más en nombre de mi hija, sino también por todas las víctimas de feminicidio en Puebla y por todas las mujeres a quienes nos han arrebatado a una hija. La exigencia sigue siendo la misma, el acceso a la verdad, a la justicia y en este caso a la reparación del daño y a la memoria para que quede un precedente”, puntualizó.
La madre de Ingrid desconoce cuántos años le darán de condena a Iker N., pero de acuerdo al Código Penal del Estado de Puebla, podría alcanzar una sentencia de 40 a 60 años aproximadamente.
Hay que recordar que, en los últimos tres meses, ya se registraron 17 audiencias, de las cuales, se desahogaron 15 y dos se suspendieron. Una suspensión fue porque el Ministerio Público no se presentó y la audiencia ante pasada no se llevó a cabo porque no se presentó la defensa.
También es importante mencionar que la familia de Ingrid no es de Puebla, sino de Veracruz, por lo que cada vez que hubo una audiencia tuvieron que viajar por más de dos horas para llegar a la Casa de Justicia ubicada en la 11 Sur.
La señora Ingrid, ha utilizado Twitter para informar cómo se desarrolla el caso y ha utilizado esta plataforma como una crítica social para dejar mensajes por el asesinato de su hija. “Se llamaba mujer y su feminicida intentó quitarle el nombre y la voz. Se llamaba mujer y aseguro que su apellido nunca será olvido. Se llamaba Ingrid, tenía una vida y era mi hija”, fue uno de los mensajes.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Fue en agosto de 2016, cuando Ingrid Aremis migró de su natal Veracruz hacia la capital poblana, donde comenzó a estudiar la universidad y solía vivir en la junta auxiliar de San Baltazar Campeche.
Posteriormente empezó a trabajar como relacionista pública y los fines de semana Ingrid se quedaba con su amiga Giovanna en el fraccionamiento Allegros, ubicado en el municipio de San Andrés Cholula, lugar donde Ingrid fue asesinada.
En agosto de 2018, la joven conoció a Ricardo Iker en el bar Capital Night Club, ubicado en San Andrés Cholula, donde él trabajaba como cadenero mientras ella se desempañaba como “Relacionista Pública” (RP).
A lo largo de seis meses, la joven y el hoy detenido sostuvieron una relación sentimental y en enero de 2019, Iker abandonó su trabajo para irse a Europa no sin antes sostener una discusión con Ingrid, quien decidió bloquearlo de todas sus redes sociales, así como del teléfono celular.
En marzo de 2019, Ingrid decidió acudir a la Unidad Especializada en la Atención a Víctimas de lo Familiar y Delitos de Género, para denunciar a Iker, ya que este hombre comenzó a amenazarla con entregar las fotografías que tenía de ella, a su actual novio. Sin embargo, la denuncia quedó ahí ya que ambas partes, Iker e Ingrid, llegaron a un acuerdo de sana convivencia.
Para mayo, Ingrid, otros amigos e Iker coincidieron en el bar que solían trabajar, en donde la ex pareja protagonizó una discusión, misma por la que el guardia de seguridad sacó al hoy imputado, sin que se supiera más de él. Ingrid se fue a la casa de su amiga y ahí nuevamente él la fue a buscar.
El hoy detenido forcejeó con la joven, a quien golpeó en múltiples ocasiones causándole 26 moretones en boca, mentón, brazo y piernas, la asfixió hasta terminar con su vida y la dejó abandonada en el sillón del departamento.
Durante las diligencias, también se descubrió que Ingrid todavía le envió un mensaje de texto a su madre, quien previamente le había avisado sobre el depósito que su padre ya le había hecho, a lo que la joven universitaria contestó: “Gracias Mami”, siendo esta la última vez que la víctima tuvo comunicación con su madre.
