Ante el inminente aumento de precios en la canasta básica alimenticia, las familias poblanas han tenido que reducir su consumo de alimentos al día, o bien, sustituir algunos productos, sobre todo la carne, coincidieron amas de casa durante un sondeo realizado por El Sol de Puebla.
“Para nosotros ya no es tan fácil gastar en la carne, preferimos sustituirla por verdura, ya no podemos darnos los gustos de antes, ahora no podemos ni pensar en un mole con carne, en un menú variado, porque ya no se puede, los precios no nos lo permiten”, compartió María Luisa Ocampo.
Aseguró que con su presupuesto semanal prioriza la compra de verduras por encima de la carne, pues de cualquier animal el precio por kilo oscila entre los 150 o 200 el kilo, mientras que las verduras están a menor precio y puede elaborar más platillos con estas, aunque reduzca la proteína. “Con los precios es imposible tener una dieta balanceada”, dijo.
Similar a ello opinó Miriam Villegas, quien ahora prepara menos comida al día, pues teme que esta se desperdicie y el dinero que invirtió en ella se vaya a la basura, esto como medida para mantener la calidad de alimentación, aunque sea en menor cantidad.
“Antes venía con mil pesos y me podía llevar bastante carne, verdura, fruta, hierbas, muchas cosas, ahora solo me puedo llevar lo más indispensable, me tengo que medir en cada cosa que quiero comprar”, confesó Patricia González.
Aunado a ello, señaló que para pueda cubrir los gastos de alimentación deseable para ella y su familia de cuatro integrantes le hacen falta al menos dos mil pesos por mes, cantidad que le es difícil conseguir, puesto que debe cubrir otros gastos. “No solo tengo que alimentarme yo, también la comida de las mascotas subió”, compartió.
“Afectó bastante mi economía porque ya no me alcanza lo que me dan para el gasto, lo que hago es que compro poco para que no me haga falta dinero después, esperamos que bajen los precios para el otro año, sino ¿qué vamos a hacer?”, manifestó María de Lourdes Palafox.
Manuela Martínez relató que el alza de precios afectó fuertemente la economía de su familia durante este año, pues ahora debe salir a lavar ajeno para poder comprar de comer, mientras que antes sobrevivía con el dinero que le daba su esposo cada mes.
“Ya solo podemos comprar una vez a la semana, ya no dos o tres veces, ya no nos alcanza para cubrir los gastos, del pollo gasté hoy 142 pesos y no dura para comer tres veces al día, solo para una sola comida”, lamentó Lidia Flores.
Por su parte, Graciela Gutiérrez compartió que, ante estos aumentos, optó por sustituir algunos productos por su versión mas económica, como la cebolla por su forma en polvo, la leche por formula láctea, entre otros.
Finalmente, Patricia Moreno compartió que ha sobrellevado los altos costos gracias a su negocio de comida, sin embargo, los clientes son los que resultan afectados. “La gente luego se queja, quieren dejar de comprar, pero no podemos absorber ese aumento”, sostuvo.