Félix Cerezo Vélez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Puebla (CDH), defendió que su aspiración por continuar otros cinco años al frente del organismo no es mezquina ni mundana, sino que busca consolidar el trabajo que ha realizado. Sin embargo, no explicó el por qué también busca presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
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Lo anterior durante su comparecencia en el Congreso local, encabezada por el diputado Roberto Zatarain, quien en días pasados cuestionó si la doble aspiración de Cerezo está motivada en la vocación de servicio o en intereses personales. Así, en un rígido ambiente, Cerezo agotó, en más de una ocasión, su tiempo para responder elogiando su trabajo al frente del organismo y poco habló de su plan de trabajo para los próximos cinco años en caso de ser elegido por el Poder Legislativo.
En cada una de esas ocasiones, fue interrumpido por Zatarain por exceder el tiempo en sus respuestas, quien le recordó, al término de cada intervención, que debía respetar los minutos marcados por la Comisión de Derechos Humanos del Congreso.
Poco importó esto a Cerezo, quien no escatimó sus palabras para presumir que, gracias a su trabajo en la CDH, no había una crisis de derechos humanos en la entidad y, por el contrario, dijo que su labor debía ser reconocida.
Debería ser reconocido por todas las figuras sociales el trabajo que se ha hecho en este organismo público autónomo, no con pleitesía, pero sí con convicción (...) Lejos de ser una aspiración mezquina y mundana mi continuidad al frente de CDH Puebla, es mi firme convicción de consolidación de trabajo que se ha realizado durante este tiempo, llevado a cabo por todas y todos los que conforman el organismo dijo.
Detalló, además, que como prueba de su buen desempeño, en de 2019 a octubre de 2024 la CDH recibió un total de 38 mil 625 quejas por presuntas violaciones a los derechos humanos, lo que representa un 418 por ciento más que en la administración anterior, en donde se registraron siete mil 452 quejas.
Argumentó que este incremento no es signo de una crisis en el cumplimiento de los derechos humanos, sino del incremento de la confianza de la población en el organismo. Finalmente, dijo que de esas quejas, el 58.5 por ciento fueron reparadas por la CDH.
