El señor Félix Urbano Romero Chávez nació en Guerrero y desde hace más de tres décadas Puebla le dio una mejor vida. Ahorró, se compró un coche y lo hizo taxi. Con sus ingresos, consiguió un terreno y construyó su casa en San Pablo Xochimehuacan; sin embargo, la madrugada del 31 de octubre todo eso se esfumó con la explosión. Finalmente, tras nueve meses que parecían interminables, recibió una de las 50 viviendas que el gobierno estatal reconstruyó para los damnificados.
Su caso se asimila al de, al menos, otras 54 familias quienes lo perdieron todo ese día. Y se dice “al menos”, pues en la mayoría de casas habitan hasta tres familias, como mínimo en cada una. Para todas ellas, el 15 de agosto quedó marcado como el día en que volvieron a estar bajo un techo de su propiedad, pues durante todo ese tiempo, muchas personas afrontaron los altos costos inmobiliarios y al tener que habitar en hogares ajenos.
Para don Félix el daño no está reparado, empero, refiere agradecido que su nuevo hogar es una genuina muestra solidaria. Entre lágrimas y un nudo en la garganta, el hombre de 52 años de edad señala a El Sol de Puebla que volver a pisar suelo firme es una experiencia que creyó imposible. Además, sostiene que es imposible olvidar lo que vivió aquel día.
“Nosotros ya estábamos durmiendo y nos avisaron que había una fuga de gas. Desalojamos la casa y nos fuimos. Al día domingo que amaneció, a las 10 de la mañana que llegamos, pues nuestra casa estaba deshecha (...) Se siente feo porque sólo Dios sabe lo que costó construirla. Ahorita, mire, ni una estufa, nada tenemos. Dormiremos en el piso y ahorita a iniciar desde cero (...) Gracias al gobernador, que aunque sea una casita nos brindó de corazón”, relata con la voz entrecortada.
Así son las viviendas para los damnificados de Xochimehuacan
Tras concluir el evento encabezado por el gobernador Miguel Barbosa Huerta, en el que hizo entrega de 50 viviendas situadas en las colonias de Lomas de San Miguel y San Pablo Xochimehuacan, con dos recámaras, sala, comedor, baño, así como una cochera y cisterna, cada una, el señor Félix invita a este equipo periodístico a conocer su nuevo hogar.
Esta será la primera vez que, junto a su esposa, la señora Claudia Georgiana Lozano Rosas, entrará a la vivienda. Antes de ingresar, toma un respiro y, mientras agita la mano con la que sostiene sus llaves, no puede contener más el llanto y se desahoga. “Estos nueve meses se sintieron como 100 años”, abunda.
Toma un momento y pone la mano sobre la cerradura. Cuenta hasta tres y entra. Una vez ahí, abre las puertas de las dos recámaras que hay. “Aquí para mis nietos, mi nuera y mi hijo”, apunta al ingresar a una de ellas. Sale y abre otra puerta situada al centro del lugar, se trata del baño.
“Pasamos unos meses muy tristes porque, sin la casa (...) pasamos meses muy, muy difíciles. Tuvimos que rentar y la verdad no había necesidad de que estuviéramos rentando pero no nos quedó de otra. Ahora, a partir de mañana a habitar la casa, porque ya no tenemos dinero para la renta (...) pero pues ahora sí, bendito sea Dios aunque sea tenemos un techo”, refiere.
Un cúmulo inexplicable de emociones es lo que percibe en ese momento. Por una parte, no puede creer que está parado en el lugar que, hasta hace poco, tomó por perdido; y, por la otra, está varado sin siquiera un electrodoméstico o una cama: “Esta ropa que traemos es regalada. No pudimos sacar nada”.
Aunque se permite ser vulnerable por un momento, sabe que debe hacer acopio de fuerza, pues ahora debe construir el patrimonio de sus nietos, quienes lo abrazan mientras ofrece esta entrevista.
No le deseo mal a los culpables, afectada de Xochimehuacan
Otra de las beneficiarias es Azucena Romero Chávez. Hoy está de pie junto a su nueva casa, sin embargo, evoca que los nueve meses pasados fueron los más duros de su vida. Este 15 de agosto reivindica sobre lo ocurrido y agradece tener a su familia a la que hoy puede cobijar en un nuevo techo.
Estar en su nuevo hogar le permite valorar la vida, asegura. No obstante, el dolor de verlo todo hecho cenizas es un escenario que nunca olvidará. Pese a ello, asegura no guardar rencor contra los responsables de la tragedia, aunque afirma creer en la justicia institucional, pero también la divina: “Solamente Dios sabe lo que el del destino les tendrá preparado a ellos”.
Dos casas pertenecen a presuntos responsables de la tragedia: Gobernador
Para oficializar el proceso, el gobernador Barbosa Huerta entregó las llaves de 50 de las 54 viviendas destruidas, pues argumentó que tres de ellas quedaron pendientes puesto que un titular murió y los dos restantes son presuntos responsables del desastre que originó la tragedia.
“No entregaremos tres, de las de San Miguel. Una porque el titular falleció y tiene que dilucidar sobre sus herederos, y dos, sucede que quienes fueron afectados fueron presuntos responsables del hecho que causó este delito”, abundó en conferencia de prensa.
También, al entregar las primeras 22 residencias en la colonia Lomas de San Miguel, insistió que todavía están pendientes los procesos de escrituración, pues refirió que, aunque el trámite administrativo para otorgar los derechos de propiedad siga en curso, era indispensable que las familias pudieran ya estrenar los hogares.
“Es muy emocionante poder decirles ‘Esta es su casa’. Disfrútenla. Es un patrimonio para su familia (...) Esta entrega se las hace Puebla, porque son con recursos de ustedes, con recursos del pueblo (...) Esto que tienen ustedes en sus manos es el acta de entrega-recepción de las casas, pero una vez que se desincorpore (que el Estado ceda la tenencia del terreno) tendrán su título de propiedad”, subrayó.
Asimismo, ya desde la llamada “zona cero”, el mandatario entregó 28 casas más y reconoció el trabajo que desempeñaron los servicios de emergencia y pobladores ante la catastrófica situación que vivieron el año pasado.
“Ese día, el 31 de octubre, por la madrugada ustedes vivieron una tragedia, una enorme y grave experiencia de muerte [en] manos de criminales. Habían atentado contra la vida de miles de personas, [pero] gracias a la respuesta de ustedes como vecinos y la participación de (...) bomberos y policías, se pudo evitar una tragedia mayor”, comentó.
Por su parte, la directora del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), Leonor Vargas Gallegos, apuntó que, además de las viviendas entregadas, los damnificados recibieron terapias psicológicas y atención en varios albergues habilitados por la dependencia en su momento.
Para finalizar, vale la pena mencionar que a ambas presentaciones acudieron, la presidenta honoraria del SEDIF, Rosario Orozco Caballero; así como las secretarías y secretarios de Gobernación, Bienestar, Administración e Infraestructura: Ana Lucia Hill Mayoral, Lizeth Sánchez García, Jesús Ramírez Díaz y Luis Roberto Tenorio García, respectivamente.