La misa dedicada a los enfermos en la Parroquia de Santiago Apóstol, realizada en su fiesta patronal, reunió a decenas de fieles que, sin importar sus actividades del día, se dieron el tiempo de visitar su templo ubicado en el Barrio de Santiago para agradecer por los milagros que les ha concedido.
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Una de ellas fue María Beatriz Hermenegildo, quien viajó junto a su padre desde Ciudad Serdán a la capital poblana para asistir a una consulta en el hospital público. Pensó que, al estar lejos de su hogar no tendría la oportunidad de visitar a este patrono en su día, sin embargo, recordó que su parroquia está en la ciudad.
Así fue como decidió trasladarse a este sitio para agradecer por la protección que le ha brindado. En entrevista con este diario, narró que su devoción se acentuó cuando una vez Santiago Apóstol la salvó de sufrir un asalto.
Iba en el camión y se subieron con armas a robar, le rogué a Santiago que por favor me protegiera y así me lo cumplió, los ladrones iban de asiento en asiento robando a las personas y, cuando llegaron al mío, fue como si hubiera sido invisible, él me salvó afirmó.
Otro devoto que asistió a esta celebración fue Vicente Sosa, quien fue acompañado por su esposa y sus nietas. Pese a que su condición de salud le impide andar de pie, no fue impedimento para que se presentara a dar gracias a este santo.
Yo nací en este barrio, gran parte de mi vida la pasé en esta parroquia ayudando y ahora todos los años, mientras tenga vida, estaré aquí festejando expresó.
Aseguró que la fe de los fieles de Santiago Apóstol es tan grande que cada año reúne a cientos de personas en las diferentes misas que se realizan a lo largo del día.
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Además, en la parroquia de este patrono, que fue adornada con decenas de arreglos florales, los devotos entonaron “Las Mañanitas” para después convivir con sus seres queridos en la tradicional verbena situada en el atrio de la iglesia.