NOPALUCAN, Pue.- Menos de tres kilómetros de vía perfectamentepavimentada separan la fábrica de Audi del Parque Finsa II peroningún vehículo transita por ellos. El recinto industrial ubicadoen la junta auxiliar de Santa María Ixtiyucan sólo parece ser,casi tres años después de que iniciara su construcción, unperímetro de hierro, varios carteles informativos, casetasimprovisadas y toneladas de lodo.
En diciembre de 2014 el secretario de Economía, IldelfonsoGuajardo Villarreal y el entonces gobernador de Puebla, RafaelMoreno Valle Rosas, colocaron la primera piedra del que prometíaser uno de los parques industriales más importantes del estado:hasta 86 hectáreas de terreno capaces de albergar, sólo en unaprimera etapa, más de 40 empresas proveedoras de autopartes quegenerarían 8 mil empleos directos.
La planeación de este parque industrial estaba ligada, destacóentonces el mandatario poblano, a la planta de Audi. “Esfundamental generar las condiciones que nos permitan atraer ymantener inversión nacional y extranjera, reducir al máximo lostrámites y entender que más allá de poder cobrar una cantidadimportante de impuestos a un inversionista potencial tenemos alcontrario estar buscando darle todas las facilidades y pensar en ellargo plazo”, dijo.
Sin embargo, la inauguración formal de la fábrica de autos´premium´ se celebró en septiembre de 2016, mientras que en elParque Finsa II los tractores continúan removiendo la tierra.“Ahorita no hay nada”, advierte personal del recinto, alinformar que está prohibida la toma de fotografías. “Se estáncentrando en los accesos, luego harán la entrada a las bodegas,cuando estén establecidas”.
La página web de la firma ni siquiera anuncia su nuevo parque,sólo el instalado en el kilómetro 117 de la Autopista México –Puebla, anexo a la planta de Volkswagen de México, que seencuentra ubicada en el municipio de Cuautlancingo.
Aunque la primera etapa de Parque Finsa II fue inaugurada aprincipios de este año, ninguna empresa, como adelantó el pasadomiércoles el periodista Salvador Ríos en su columna Sin Prudenciapublicada en El Sol de Puebla, apuesta por instalarse allí. Elelevado precio de la hectárea, de alrededor de 7 millones depesos, habría forzado a los inversionistas a buscar otros terrenosen las proximidades, muchas veces en el estado de Tlaxcala.
“Estamos ahí con una empresa cercana todavía estamos en elínter, parece que podría ser posible que tengamos alguna empresaya casi para cerrar”, aseguraba en cambio en diciembre pasado elanterior secretario estatal de Competitividad, Trabajo y DesarrolloEconómico (Secotrade), José Cabalán Macari Álvaro.
Los vecinos de Nopalucan parecen ajenos a cualquier futurainstalación de compañías. Un camino inundado y lleno de bachesde más de 3 kilómetros, muy diferente al proyectado desde laplanta de Audi, une la entrada del municipio con el accesoprincipal del perímetro. “¿Un parque industrial aquí enNopalucan?”, se preguntó desorientado uno de los pobladores, aapenas 500 metros del Parque Finsa II. “No sabríadecirle”.