Después de un año de la sustracción o desaparición de Diana Martínez Romero en el municipio de Tehuacán, el fiscal general del estado ordenó intensificar las acciones de búsqueda a fin de dar pronto con el paradero de la joven madre de tres menores de edad.
Al ser cuestionado sobre el caso, Alejandro García Badiola, fiscal especializado en la Investigación de los Delitos De Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares, aseguró que las investigaciones para dar con el paradero de la joven de 24 años de edad continúan y así también identificar a los responsables.
En este sentido el fiscal general del estado, Gilberto Higuera Bernal ordenó al fiscal Badiola intensificar las acciones para localizar de manera pronta a la mujer que fue sustraída de su vivienda por sujetos desconocidos y frente a sus pequeños hijos.
Diana Martínez Romero fue reportada como desaparecida el 10 de enero de 2023.
Familiares de la madre soltera de 24 años de edad indicaron que un grupo de hombres desconocidos irrumpió en su domicilio en la colonia Guadalupe; la mujer para evitar que se acercaran a sus hijos de ocho, tres y cuatro meses de nacida, tuvo que acceder e irse con los raptores.
Durante esta sustracción, Diana dejó su celular, que más tarde se entregó como parte de la evidencia, así como las imágenes de la camioneta en donde presuntamente la subieron.
Los denunciantes, en su momento dijeron desconocer por completo el motivo de por que se llevaron a Diana, ya que no han pedido dinero para su rescate.
Por otro lado, indicaron que días antes de que ocurriera este hecho, ella había recibido una serie de amenazas, aunque no les prestó atención porque consideró que no eran relevantes, esto hizo que no interpusiera una denuncia.
Respecto a las señas partículas de Diana; ella mide cerca de 1.70 m, es de complexión delgada, tez blanca, cabello mediano ondulado color rojizo, cara ovalada, orejas medianas, frente grande, cejas delgadas, ojos grandes de color café, nariz mediana, boca grande, labios gruesos y mentón ovalado.
Al momento de su desaparición, ella tenía un pantalón de pijama de color blanco con manchas negras playera blanca, zapatos tipo huaraches. Además, tiene un tatuaje blanco y negro de tres mariposas en la espalda, uno más en forma de rosa azul en el lado derecho del cuello.
Cuenta con otro tatuaje con diferentes letras en los dedos de las manos, otro de un marciano verde en la pantorrilla derecha, varios más en el pecho, uno de una mariposa en la espalda baja y en el brazo derecho una imagen de San Judas.
Por el momento, las autoridades giraron un boletín para para dar con su paradero, en donde, describieron sus rasgos caracterícelos para que pueda ser reconocida con mayor facilidad. Su caso se mandó a la fiscalía especializada en delitos de desaparición forzada y desaparición cometida por particulares.