Con la mirada extraviada y los ojos llenos de lágrimas, es el caminar de cientos de familias en las que madres, padres, hijos y hermanos claman justicia para encontrar a sus desaparecidos.
Tan solo en la Puebla existen cerca de tres mil desaparecidos posicionando al estado en el segundo lugar con más casos de mujeres desaparecidas y el tercero con niñas, niños y adolescentes en la misma condición.
En su transitar por esta lucha constante para encontrar las herramientas que les permitan encontrar a sus seres queridos, cientos de mujeres en su mayoría madres, solo encuentran trabas desde las más altas esferas de los tres órdenes de gobierno. En sus miradas se refleja la impotencia, la frustración y la indolencia de autoridades que dilatan leyes en materia de desaparición de personas.
Con consignas, plantones, retratos de sus desaparecidos y una fe inquebrantable, es como continúan exigiendo a los diputados salientes una sesión extraordinaria en la que se pudiera aprobar la ley en materia de desaparición de personas. Sin embargo, tal parece que sus llantos y reclamos no serán escuchados al menos por la insensibilidad de algunos grupos del poder al interior del congreso del estado.
Por ello cientos de familias tendrán que continuar su lucha incansable con fe más que con herramientas, pero con la esperanza de algún día encontrar a aquellos que un día ya no estuvieron más a lado de sus incondicionales, que ahora claman justicia.