Emilio Quintana Ramírez de 59 años de edad colocó por quinta ocasión la tradicional ofrenda ahora titulada el “Panteón del Tren” en homenaje a sus padres, familiares y amigos. Está localizada en la calle 6 Norte número 4 interior 10, en el Parián, para que los turistas y clientes puedan visitarla a partir de este día y hasta el 9 de noviembre, y que será parte del recorrido de ofrendas del Centro Histórico de la ciudad de Puebla en esta temporada de Día de Muertos.
Esta ofrenda que tardó más de una semana para ser colocada, es un trabajo artístico muy laborioso y está hecho de calaveras de cartón y papel maché, su forma es un cementerio donde instaló varias criptas, cada una dedicada a padres, abuelos, primos, amigos, maestros y público en general, colocando las fotografías de los fallecidos. Su base es una cama cubierta de aserrín, donde se instalaron los principales elementos como el agua, la comida y las flores.
Don Emilio comenzó desde muy pequeño empezó a hacer calaveritas de azúcar y dulces típicos, siendo parte de la cuarta generación en este oficio. Con el tiempo pudo ir a los Estados Unidos en el año de 1988, donde lo invitaban a hacer calaveras de dulce cien por ciento poblanas y ahí comenzó a instalar los altares, para posteriormente ir perfeccionando su técnica y comenzar a vender su trabajo al Ayuntamiento de Puebla, donde ha colocado por dos años consecutivos la monumental Ofrenda. Emilio también ha instalado otras ofrendas en Palacio de Gobierno, el tribunal del Estado, la Casa de Cultura y Puente de Bubas.
Ahora él tiene un negocio familiar de venta de dulces, la tienda de Arte Mexicano el Colibrí en el que ayuda a su esposa y donde se realizan figuras de todo tipo y talleres.