Las figuras, utensilios, arreglos y esculturas de piedra volcánica donde ha innovado y puesto su creatividad la familia Ochoa Apanco, no solo da los beneficios curativos de las propiedades ricas en minerales, al ser una piedra formada por lava volcánica, sino que también ha traspasado fronteras, desde el corazón del municipio de San Nicolás de los Ranchos, al nacer la idea de formar la empresa “La Cultura de las Piedras”, que hoy en día da empleos a más de 60 familias de esta región y que también proporciona identidad en el rescate de las tradiciones y culturas de estas tierras milenarias.
Don Eugenio Ochoa y su esposa, Aida Apanco, junto con sus hijos Ing. Alberto Ochoa, Ana Laura Ochoa y su yerno Martín Martínez son quienes han construido y han logrado trascender a través de cinco generaciones, para transformar una amplia variedad de nuevos productos hechos con roca volcánica, entre los que destacan: tazas, pequeños cubos de piedra para alcalinizar y enfriar bebidas, bolas de piedra para masaje con propiedades curativas, aretes y collares, mezcaleros, cucharas, metates, metlapiles, molcajetes en forma de corazón, comales, los cuales contienen un teflón natural, que además de dar un sabor muy rico a la comida, al calentarlo por 10 minutos te da otros 40 minutos más de calor para seguir cocinando, lo cual genera un ahorro en el gasto de cualquier otra energía, ya sea gas, carbón o leña.
Este negocio se instaló hace cinco años con una tienda-taller que se ubica en la carretera paso de cortés número 2919 en San Pedro Cholula, la cual ha crecido de tal manera que manda sus pedidos por paquetería utilizando los servicios de Mercadolibre, Amazon y sus redes sociales como Facebook e Instagram, con lo que ha llegado a países como: España, Italia, Estados Unidos, y en la República Mexicana en Los Cabos, Mexicali, Monterrey, Torreón, Mérida, y zonas de la CDMX, comercializándose incluso en prestigiosos restaurantes de Polanco, donde se vende un mezcal, bebidas que se sirve con esta piedra dentro del vaso.
El proceso de fabricación da inicio con el corte para sacar el tamaño de las piezas, después se manda al horneado con una temperatura de mil grados, para ya después de enfriado darle el diseño en una máquina especial que ayuda a perfeccionar la figura mejorando la forma, posteriormente se terminar manualmente utilizando herramientas como martillos y cinceles, así como esmeriles que tienen diferentes figuras que le van dando el moldeado final.
La pandemia del Covid-19 lejos de perjudicar llegó a beneficiar a los artesanos y a sus familias, ya que mientras mucha gente dejó de trabajar, ellos siguieron produciendo desde casa, mandando los pedidos hasta los hogares de los clientes, por ahora siguen participando en exposiciones y realizando cursos de moliendas para dar a conocer los beneficios y alternativas de estas piedras sagradas.