Niños, jóvenes y adultos de la junta auxiliar de San Miguel Canoa, el día de hoy acudieron gustosos a la Parroquia de San Miguel Arcángel para llevar a bendecir sus Niños Dios en este 2 de febrero, pues a pesar de que la pandemia por Covid-19 este año no les permitió festejar en grande, con comida y baile como suelen acostumbrar, no perdieron la oportunidad de realizar esta tradición religiosa con las respectivas medidas de salud.
El Día de la Candelaria en Canoa es de gran celebración, al menos hasta antes de la contingencia sanitaria, pues además de llevar a sus figuras del niño Jesús a recibir la bendición, las personas también acuden con las semillas que sembrarán en las próximas fechas.
Este martes, desde las 5:30 horas las campanas de la iglesia de esta juntar auxiliar comenzaron su repique para hacer llamado a la comunidad, a la primera misa de acción de gracias que se ofreció en punto de las 6:00 horas, una de las ocho que se celebraran a lo largo de este día.
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Habitantes de Canoa revelaron a El Sol de Puebla que antes de la llegada del coronavirus, hacían fiestas con mole, arroz y hasta baile, no obstante, este año por recomendación del padre de la iglesia sólo acudieron a la bendición, portando cubre bocas y siguiendo al pie de la letra las recomendaciones de salud.
Los fieles que acudieron al recinto eclesial, llevaron en brazos a sus Niños Dios, además de ramos de romero, pues la tradición les marca vestirlos por cuatro años consecutivos, de preferencia ataviados con ropones de bebé, aunque algunos los visten de algún santo que sea de su devoción; al cuarto año la figura debe de ser colocada en un nicho y debe de permanecer con la última ropa que se les puso, sin embargo, también pueden seguir cambiándolo cada año si es de su gusto.
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En esta comunidad, las familias tienen en sus hogares más de un Niño Dios y todos son de diferentes tamaños, pero hay uno en especial que se puede observar repetidamente en los asistentes, a este le llaman el Niño Belén, mismo que mide 60 centímetros.
Pero los creyentes en este día de festejo no solo acudieron con sus niños vestidos, también lo hicieron cargando sus cestas o cubetas llenas de semillas, pues es importante recordar que, para algunos pueblos originarios, en esta fecha se bendicen las mazorcas que van a servir para la próxima temporada de siembra.