“Y entonces el agua caía de a chorro, mientras que la tromba se llevaba todo a su paso. Muerte, destrucción y sufrimiento fue lo que sentí” aseguraron pobladores de la comunidad de San Miguel Tlaltepexi tras la caída de dos puentes por las fuertes lluvias que desbordaron el río Tecoloyan en el municipio de Tulcingo del Valle.
Fue aproximadamente a las 10 de la noche cuando el primer puente cayó, éste aún sin llover, el segundo colapsó mientras llovía a cántaros alrededor de las 4 de la mañana, señaló don Marcelino Ramos Susano vecino del lugar.
Tras los hechos ocurridos, con los pies descalzos los colonos cruzan el río mientras el cauce está bajo, pues al colapsar los puentes que conectan a las comunidades aledañas, han buscado la manera de continuar con sus actividades, sin embargo, éstas se han visto dificultadas, ya que quienes tienen comercios de abarrotes y legumbres tienen que cargar cajas, costales de verdura y demás mercancía para llegar a su destino. Tal es el caso de Cristina Ángel quien tiene un negocio de abarrotes en Xixingo, y hoy relata que como mujer se le dificulta proveer su tienda, debido a que no puede cargar tantas cajas y bolsas llenas de verduras y frutas mientras cruza el río, por lo que hoy pide a las autoridades no los dejen abandonados, pues estos puentes son de primera necesidad para seguir con sus actividades económicas.
“Hace rato se nos cayeron los mangos, yo tengo que bajar y como mujer se me dificulta cargar con todas mis cajas, sí necesitamos y pedimos que nos apoyen”, indicó.
Por si esto fuera poco, las familias aledañas como la de doña María Torentino Flores también se ven afectadas, pues para comprar solo un kilo de tortilla tienen que atravesar ambos puentes derrumbados, ya que del “otro lado” no hay lugares cercanos en donde vendan estos alimentos.
Tras la falta de paso, el transporte público ha parado, por lo que quienes acuden al centro de Tulcingo contratan algún taxi o combi para que cargue sus compras y los deje justo en donde empieza el derrumbe, es en ese punto donde comienza la crudeza, pues para atravesar tienen que bajar y una vez estando ahí, quitarse los zapatos para no mojarlos y caminar en medio del río, posteriormente volver a subir con todo y bolsas.
Ahí no acaba la dificultad, ya que se tiene que caminar varios metros sobre carretera y nuevamente encontrar un puente colapsado, sin embargo, en éste no corren con la misma suerte, pues el concreto ha quedado inclinado, siendo esto un obstáculo aún mayor para llegar a sus hogares. Al mismo tiempo que cargan sus compras deben tomarse bien de una cuerda que han amarrado los vecinos para que no se caigan, luego bajar una escalera provisional hecha con ramas y nuevamente subir para llegar a la calle.
El Sol de Puebla se dio a la tarea de recorrer junto con los pobladores el trayecto en medio de escombros y la corriente del río, en donde los colonos detallaron que debido a que no hay una clínica a la que puedan acudir, una pareja de Zapotitlán, Oaxaca, quienes se dirigían a la clínica en Tulcingo, debido a que la mujer iba a dar a luz, estuvieron a punto de caer por las fuertes lluvias y neblina que les cortó la visibilidad en el camino, por lo que no se percataron de la situación y la camioneta en la que viajaban quedó colgando.
El esposo de doña Cándida Méndez, Agustín García ayudó a la pareja, al igual que varios vecinos. La camioneta fue sacada, mientras la mujer embarazada entre gritos y llanto esperaba a que amaneciera para poder cruzar el río.
“Vinieron a pedir ayuda, entre los señores ayudaron a sacar la camioneta y la mujer estaba acostada en la carretera, luego al amanecer la cargaron para que fuera al médico... desde el viernes ellos no han vuelto y la camioneta sigue aquí”, dijo doña Cándida.
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