“Fuego de la esperanza”, fue un acto simbólico en el que un grupo de estudiantes de la Universidad Iberoamericana de Puebla realizó una reflexión colectiva en torno a la violencia de género a través de una fogata por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 25N.
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“El fuego ha representado muchas cosas a lo largo de la humanidad, en este caso es el símbolo del cambio. Queremos dejar aquí todas las experiencias negativas, por eso estamos quemando peticiones para el porvenir de la vida colectiva universitaria”, expuso Nayani García, estudiante de Ciencias Políticas de la institución quien junto con otras tres compañeras del colectivo Colmena, tuvieron la iniciativa.
Refirió que la violencia de género es un tema muy abordado pero no se le atribuye la gravedad correspondiente, y agregó: “a través de este acto simbólico lo que tratamos de hacer es forjar lazos de sororidad entre nuestras compañeras, para que sepan que cuentan con nosotras que somos un colectivo dentro de la universidad y que estamos dispuestas a brindarles todo nuestro apoyo en caso de denuncia porque incluso dentro de la universidad hay instituciones que nos apoyan”.
En este sentido, Nayani comentó que el “Fuego de la esperanza” fue un acto simbólico promovido por ella y sus amigas, Sofi, Laia, y Laura, en colaboración con la Defensoría de Derechos Universitarios de la institución que cuenta con un protocolo contra la violencia de género.
“Somos de una comisión de igualdad de género y de la consultoría de derechos humanos. Lo que promovemos particularmente es que nuestra comunidad tenga herramientas y alcance, mucha información, sobre identificación de estas prácticas para que también desde las instancias corresponsables tengamos intervenciones tempranas, acompañadas y muy cuidadas”, señaló Galilea Cariño directora de la Defensoría de Derechos Universitarios.
Durante el acto simbólico, los presentes se mantuvieron alrededor del fuego en un momento de reflexión. Posteriormente, intercambiaron unos amuletos que ellas mismas elaboraron.
“Los amuletos los hicimos nosotras. Están rellenos de sal y de especias, como albahaca, romero y ruda, que tienen no solo un peso histórico sino simbólico en la protección. Los vamos a intercambiar con las compañeras como un recordatorio de que estamos aquí y de que hay muchas redes de apoyo”, finalizó Nayeni.
Para Sofía Aguilar, otra participante, este día significó conmemorar no solo la memoria de las mujeres que han sido víctimas sino también la fuerza a la resistencia.
“Creo que es un movimiento lleno de rabia y con mucha razón. Justo estamos haciendo la actividad del fuego con la intención de quemarlo todo, porque el fuego enciende y mueve muchas cosas. El fuego une y éste es un fuego colectivo”, finalizó.