El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, informó que durante la Procesión de Viernes Santo, próximo a realizarse el 7 de abril de este año, se garantizará la seguridad para los más de 100 mil asistentes que se prevé participen en este evento.
En compañía con Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla, Céspedes Peregrina agregó que trabajará en conjunto con el gobierno capitalino y las dependencias de seguridad, vialidad y salud para que se lleve en orden esta edición.
Por su parte, Sánchez Espinosa detalló que será en próximos días cuando publicarán un mapa de la capital de Puebla con los principales cierres viales que se contemplan para este día, con el fin de alertar a la población y tomen sus precauciones.
Según explicó, los fieles podrán concentrarse en el atrio de la Catedral a partir de las 11:50 de la mañana, y será al medio día cuando parta la primera reflexión del evento, desde la reja principal del recinto, situada en la calle 16 de Septiembre.
Posteriormente, la procesión avanzará por la calle Juan de Palafox y Mendoza atravesando el primer cuadro del Zócalo y la calle 2 y 4 Norte. La segunda reflexión saldrá desde la 11 Sur, a la altura de Paseo Bravo, tomando la ruta de Avenida Reforma hasta llegar a la Catedral.
Se prevé que el evento culmine al filo de las 15:00 horas en el punto de partida. Cabe mencionar que, durante este evento estarán presentes siete imágenes religiosas, entre ellas la Virgen de la Soledad, el Señor de las Maravillas y el Niño Doctor de Tepeaca.
Aunque no es una disposición obligatoria, el arzobispo recomendó a los asistentes portar su cubrebocas y continuar con el uso de medidas sanitarias durante la procesión, con el fin de evitar un brote de contagios de enfermades respiratorias.
Finalmente, Sánchez Espinosa presumió que este evento será la procesión más grande del país, el cual cada año logra concentrar a más fieles, pues aseguró que, en su llegada al arzobispado asistían alrededor de 25 mil personas y este 2023 espera recibir más del doble.