El gobierno de Puebla destina anualmente 58 mil millones de pesos en programas de bienestar, para combatir la desigualdad que existe en los 217 municipios que conforman la entidad y hacer el acceso de los derechos fundamentales más igualitario, declaró el gobernador Miguel Barbosa Huerta, durante el foro sobre los retos en la política del bienestar y los efectos sociales durante la pandemia por COVID-19.
El mandatario estatal explicó que, entre los derechos fundamentales que busca para toda la población se encuentra la mayor seguridad en las 32 regiones que conforman Puebla, mejora en los servicios de salud, acceso a la educación, administración y procuración de justicia.
“Hoy a nivel nacional tenemos la inversión pública más grande en la historia de nuestro país en programas de combate a la pobreza, al bienestar, la suma de recursos públicos que se destinan a los programas de bienestar son las más altas”, refirió.
En ese sentido, el gobernador señaló que la pobreza es un tema estructural, no una problemática que se haya dejado aumentar a nivel estatal o nacional por falta de voluntad de los gobiernos que estuvieron al frente de las demarcaciones.
Ante esto, opinó que es importante que los diferentes presidentes municipales de la entidad trabajen de manera coordinada, sin importan su partido político o ideología que los represente, para que así tengan buena comunicación entre si y logren acordar estrategias que permitan avanzar hacia una sociedad más igualitaria.
Durante el mensaje de bienvenida, Lizeth Sánchez García, titular de la Secretaría de Bienestar estatal, señaló que la pandemia por coronavirus cambió la normalidad que vivía la sociedad en las diferentes esferas sociales, pero sobre todo en lo político, social y económico, lo que aumentó la pobreza en una generación y agravó el problema de hambre en el mundo.
“En los últimos dos años se vio trastocada desde sus raíces la política social económica, no solo en nuestro o en nuestro país, ya que la vida de millones de personas cambió repentinamente y vivimos el confinamiento en casa”, expresó.
Para ello, consideró que se debe atacar el problema desde cuatro enfoques: derechos sociales, apoyo en el Congreso, tomar de frente los desafíos que hay en la desigualdad y discutir el presupuesto de bienestar para el desarrollo sostenible.