/ jueves 14 de septiembre de 2023

Golpizas como la de Angelópolis muestran aspectos de género y masculinidades mal entendidas: Odesyr

Brahim Zamora señaló que a varios hombres se les enseñó que para manifestar su poder tienen que ser violentos y dicha violencia -en muchos casos- sostiene su masculinidad

La golpiza que recibió un joven en la zona de Angelópolis tiene aspectos de género, pues a varios hombres se les enseñó que para manifestar su poder tienen que ser violentos y dicha violencia -en muchos casos- sostiene su masculinidad, así lo consideró Brahim Zamora Salazar, integrante del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (ODESYR), quien cree que este tipo de riñas son problemas sistémicos y estructurales.

Fue el pasado 10 de septiembre cuando se viralizó un video en donde Ernesto “N” fue golpeado por varios jóvenes a las afueras de la Isla de Angelópolis (lugar conocido por su vida nocturna). En las imágenes se pudo ver cómo uno de ellos, le pateó la cara y luego gritó: Te voy a reventar la botella cabrón, aléjense, no se vuelvan a meter con nosotros, yo no te mojé pendejo”.



De acuerdo con los testigos, el hecho se suscitó porque Neto defendió a su amiga, ya que estos hombres la mojaron con cerveza y el chico golpeado llegó hasta el hospital con la posibilidad de perder la vista de un ojo. Para el activista, Brahim Zamora, la prevención de la violencia no se trata sólo de hacer campañas de buenas intenciones, sino que se deben de hacer políticas públicas sensibles y mirar más allá, pues hay indicios patriarcales en estos hechos.

“La violencia es un mecanismo para resolver conflictos o un mecanismo para relacionarse, particularmente entre hombres, es un aspecto de género muy importante que las autoridades deben de considerar (…) es una mirada más compleja, son una serie de anti valores que se originaron por la masculinidad y por el sistema patriarcal, el poder se da a través de los golpes y ver quién es más fuerte y ese trabajo reflexivo y de poner en la mesa el problema, no se está haciendo ni por las universidades, ni por las autoridades”, externó.

Zamora Salazar, dijo que la problemática no se está afrontando en las universidades, al contrario, se está esquivando, ya que, en vez de ayudarlos, de encontrar el origen y de darles respaldo como las universidades educativas que son, los expulsan para no dañar su imagen y para deshacerse del problema.

“Tenemos que entender la violencia como un problema estructural y sistémico, no quiero decir que la familia no tenga que ver, por supuesto que sí, pero pareciera que de repente queremos trasladar el ejercicio cotidiano de la violencia sólo al hogar, cuando la situación es más compleja. Este último caso es sólo una parte de una realidad que refleja el cómo vamos aprendiendo a vincularnos y relacionarnos con la violencia como un mecanismo para resolver conflictos o para relacionarlos entre hombres”, comentó.



No obstante, no sólo es problema de las escuelas, sino también de las autoridades, pues es preocupante que no hubiera policías en la zona en donde evidentemente pueden registrarse conflictos por ser zona de bares. “Sabemos que el alcohol es un detonante de la violencia y la policía de plano no llegó. Hay una referencia de que se habló al 911 y tardaron en llegar. Esto nos habla de una debilidad institucional”, agregó.

Ejemplificó cuando hay riñas en calles, pues llega la policía, hay una remisión al juzgado calificador porque es una falta administrativa y si hay lesiones o denuncias interviene el Ministerio Público. Pueden pasar varias horas detenidos en un separo, pero después quedará libre y dejará de ser responsabilidad del Estado.

“Es decir, esta gente violenta no va a recibir ayuda, sólo va a recibir un castigo, una falta y no lo están viendo como un reflejo de un problema más fuerte. Tendría que entrar a un modelo preventivo, pues estamos frente a una persona que manifiesta ser violenta y se tiene que trabajar en ella para que eso no crezca y no cometa un acto más grande en el futuro, pero también para que la violencia que ya tiene, disminuya”, opinó.

Su sugerencia es que se cree un modelo integral que no sea punitivo, sino reparativo y que busque reeducar -particularmente- a los hombres. El objetivo es que muchos de ellos no sean un potencial peligro, ni para la sociedad, ni para ellos mismos. Pero, para lograrlo, hacen falta políticas públicas más humanas y mucha voluntad política.

La golpiza que recibió un joven en la zona de Angelópolis tiene aspectos de género, pues a varios hombres se les enseñó que para manifestar su poder tienen que ser violentos y dicha violencia -en muchos casos- sostiene su masculinidad, así lo consideró Brahim Zamora Salazar, integrante del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (ODESYR), quien cree que este tipo de riñas son problemas sistémicos y estructurales.

Fue el pasado 10 de septiembre cuando se viralizó un video en donde Ernesto “N” fue golpeado por varios jóvenes a las afueras de la Isla de Angelópolis (lugar conocido por su vida nocturna). En las imágenes se pudo ver cómo uno de ellos, le pateó la cara y luego gritó: Te voy a reventar la botella cabrón, aléjense, no se vuelvan a meter con nosotros, yo no te mojé pendejo”.



De acuerdo con los testigos, el hecho se suscitó porque Neto defendió a su amiga, ya que estos hombres la mojaron con cerveza y el chico golpeado llegó hasta el hospital con la posibilidad de perder la vista de un ojo. Para el activista, Brahim Zamora, la prevención de la violencia no se trata sólo de hacer campañas de buenas intenciones, sino que se deben de hacer políticas públicas sensibles y mirar más allá, pues hay indicios patriarcales en estos hechos.

“La violencia es un mecanismo para resolver conflictos o un mecanismo para relacionarse, particularmente entre hombres, es un aspecto de género muy importante que las autoridades deben de considerar (…) es una mirada más compleja, son una serie de anti valores que se originaron por la masculinidad y por el sistema patriarcal, el poder se da a través de los golpes y ver quién es más fuerte y ese trabajo reflexivo y de poner en la mesa el problema, no se está haciendo ni por las universidades, ni por las autoridades”, externó.

Zamora Salazar, dijo que la problemática no se está afrontando en las universidades, al contrario, se está esquivando, ya que, en vez de ayudarlos, de encontrar el origen y de darles respaldo como las universidades educativas que son, los expulsan para no dañar su imagen y para deshacerse del problema.

“Tenemos que entender la violencia como un problema estructural y sistémico, no quiero decir que la familia no tenga que ver, por supuesto que sí, pero pareciera que de repente queremos trasladar el ejercicio cotidiano de la violencia sólo al hogar, cuando la situación es más compleja. Este último caso es sólo una parte de una realidad que refleja el cómo vamos aprendiendo a vincularnos y relacionarnos con la violencia como un mecanismo para resolver conflictos o para relacionarlos entre hombres”, comentó.



No obstante, no sólo es problema de las escuelas, sino también de las autoridades, pues es preocupante que no hubiera policías en la zona en donde evidentemente pueden registrarse conflictos por ser zona de bares. “Sabemos que el alcohol es un detonante de la violencia y la policía de plano no llegó. Hay una referencia de que se habló al 911 y tardaron en llegar. Esto nos habla de una debilidad institucional”, agregó.

Ejemplificó cuando hay riñas en calles, pues llega la policía, hay una remisión al juzgado calificador porque es una falta administrativa y si hay lesiones o denuncias interviene el Ministerio Público. Pueden pasar varias horas detenidos en un separo, pero después quedará libre y dejará de ser responsabilidad del Estado.

“Es decir, esta gente violenta no va a recibir ayuda, sólo va a recibir un castigo, una falta y no lo están viendo como un reflejo de un problema más fuerte. Tendría que entrar a un modelo preventivo, pues estamos frente a una persona que manifiesta ser violenta y se tiene que trabajar en ella para que eso no crezca y no cometa un acto más grande en el futuro, pero también para que la violencia que ya tiene, disminuya”, opinó.

Su sugerencia es que se cree un modelo integral que no sea punitivo, sino reparativo y que busque reeducar -particularmente- a los hombres. El objetivo es que muchos de ellos no sean un potencial peligro, ni para la sociedad, ni para ellos mismos. Pero, para lograrlo, hacen falta políticas públicas más humanas y mucha voluntad política.

Policiaca

Encuentran el cadáver de un hombre maniatado en domicilio de San Felipe Hueyotlipan

La mujer que pidió apoyo apuntó que faltaban varias pertenencias, por lo que todo pudo desatarse a partir de un robo

Estado

Mario Díaz rinde protesta en Libres, agradece apoyo de los ciudadanos

Mario Díaz aseguró que su gobierno estará enfocado a la atención oportuna donde se favorezca a la transparencia y sobre todo al trabajo en equipo

Finanzas

Puebla cuenta con más de mil camineros, ¿de qué se trata esta labor?

La labor de todos estos trabajadores es de suma importancia, pero poco valorada

Local

Modificaciones al servicio del parquímetro comenzarán a aplicar hasta 2025

Será el alcalde de Puebla, José Chedraui Bubid, quien puntualizará los cambios en el programa de parquímetros

Policiaca

Vinculan a Luis N, se hizo pasar por mujer para asesinar a Alma Delia en Tehuacán

La víctima de 29 años de edad acudió a un domicilio en la colonia Aviación de Tehuacán, donde se le vio entrar, pero nunca salir en enero de este año

Cultura

Feria de la Cecina, reunión de brujas, Cruz Azul y más este fin de semana en Puebla

Conciertos, festivales, ferias, futbol y más habrá el fin de semana en Puebla capital y sus alrededores