En los últimos seis años, hay registro de 34 casos de violencia en contra de la comunidad LGBTTTIQ+ en Puebla, 14 quejas en la Comisión de Derechos Humanos por discriminación, 17 homicidios donde hubo presunción de que la víctima pertenecía a este grupo y la Fiscalía tiene 95 denuncias por delitos cometidos en contra de personas que mostraron su orientación sexual, siendo las amenazas las de mayor incidencia.

Estas cifras, fueron suficiente para que las lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, transexuales, travestis, intersexuales, asexuales, queer, no binaries, cisgénero, entre otras identidades, salieran a las calles del Centro Histórico a marchar para exigir justicia y que se hagan valer sus derechos.

Este panorama, debe de hacer entender a las autoridades poblanas que persiste un trato diferente, así como perjudicial en contra de la comunidad, que urge erradicar actitudes homófobas y brindarles una vida libre de violencia; y para enfatizar este recordatorio, la Marcha Estatal del Orgullo 2023 cerró con la participación de 20 mil personas que corearon que la diversidad es hermosa y hay que celebrar las diferencias.

-Grupos “autónomos” encaran al comité organizador al arrancar la marcha-

Junio es conocido como el “mes del orgullo”, pero también el mes de la celebración y la reivindicación, ya que en esta temporada se realizan diversas marchas para dar a conocer las agresiones que se siguen registrando por la orientación sexual, se cuestionan las legislaciones, se trata de cambiar la mentalidad de los ciudadanos y se exige respeto por parte de todos los sectores.

En Puebla, la marcha se realiza desde hace 21 años y este 17 de junio del 2023 no fue la excepción, pues los poblanos salieron a celebrar la diversidad y a teñir las principales calles de los colores del arcoíris, pero para los marchantes, es mejor decir que se tiñeron de derechos humanos.

La cita fue a las 16:00 horas en la esquina de la 31 Oriente y el bulevar 5 de Mayo, en donde María José Serrano, presidenta de la Asociación para la Protección de la Pluralidad Sexual y Derechos Humanos (APPS) dio el banderazo de salida y un discurso político que se resumió en que todas las autoridades deben de abonar para erradicar los diferentes tipos de violencia.

Al tiempo, dio a conocer diferentes casos de violación a los derechos humanos que se han registrado en el territorio poblano y en su gran mayoría fueron encabezados por servidores públicos. Para concluir, dijo que esta marcha está dedicada al primer albergue LGBT, el cual se inaugurará a finales del año.

Segundos después de dar el banderazo de arranque, miembros de la comunidad transgénero, las lesbianas de El Taller y activistas LGBT que se denominaron “grupos autónomos”, estaban en el monumento de Agnes Torres y aquí, aprovecharon para encarar al comité organizador.

“Aquí estamos otra vez las indecentes que denuncian la homolesbitransfobia de esta ciudad, las que no buscamos quedar bien con las autoridades que nos violentan y nos niegan derechos, las mal portadas que denuncian con todas sus letras el oportunismo de pseudolíderes que violentan a quienes dicen defender”, criticaron.

Mencionaron que su lucha no se reduce a la toma momentánea de una calle y un espacio público, sino que su lucha, como decía Agnes Torres, la hacen todos los días, combatiendo la violencia y la inseguridad.

“Hoy, una vez más, estamos aquí para decir: ¡No somos uno, no somos diez, pinche gobierno cuéntanos bien!”, puntualizaron. No hubo confrontaciones, solo un momento de tensión y la movilización continuó.

-Marchan para celebrar la diversidad, pero también para evidenciar estigma social, amenazas y violencia-

Posteriormente, todos los asistentes empezaron a transitar el bulevar 5 de mayo para llegar a la avenida 7 Poniente y luego concluir en el Paseo Bravo. La movilización se dividió en contingentes, el primero fue el de las personas con discapacidad y la tercera edad, luego el contingente a pie, los asistentes con bicicletas, patines o patinetas y cerraron con los automotores, así como carros alegóricos.

Todos los presentes, corearon las siguientes consignas: “No que no, sí que sí, ya volvimos a salir”, “derechos iguales, a todos los homosexuales”, “esos mirones también son maricones”, “de noche y de día, arriba la jotería”.

Se pudo ver la presencia de la niñez, adolescencia, juventud, personas adultas, personas de la tercera edad y muchos de ellos optaron por llevar a sus mascotas, las cuales vistieron con atuendos temáticos al desfile del orgullo. Como cada año, las drags queen, que son personajes artísticos y andróginos, se llevaron la tarde con sus vestimentas llamativas y maquillajes fuera de lo ordinario.

Entre las pancartas más llamativas estuvieron las que destacaron estos mensajes: “no quiero que nadie me diga a quien tengo que amar”, “espero te llene de orgullo ser quien eres”, “el amor no cabe en el closet”, “si tu familia no acepta tu orientación sexual, ahora yo soy tu familia”.

En la Avenida 7 Oriente ya los estaban esperando policías municipales y los marchantes no dudaron en gritarles que ellos no los cuidan, sino que entre la comunidad se respalda. De igual modo, en este punto aprovecharon para criticar al presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez.

“Eduardo Rivera vete a la verga”, “el que no brinque es panista”, “Eduardo Rivera homofóbica culera”, fueron algunos de los señalamientos.

-Crea confusión el cambio de cierre del zócalo al Paseo Bravo-

En la 17 Poniente y la calle 16 de septiembre se generó confusión, pues acostumbrados a que la marcha concluyera en el zócalo capitalino, muchos de los participantes dieron vuelta en esta intersección para dirigirse a la plancha.

En el lugar ya había policías municipales que les indicaron que no podían pasar. ya que la marcha concluiría en el Paseo Bravo, pero muchos al no tener esta información, creyeron que se trataba de un acto de represión. Un gran porcentaje de los miembros de la comunidad, se quedaron en el zócalo.

Hay que recordar que el Ayuntamiento de Puebla, en una primera instancia, no dio permiso para que la marcha concluyera en el zócalo y posteriormente avaló el lugar, pero “bajo la responsabilidad de los organizadores”, ya que ese día supuestamente habría obras y escombro, pero esto no ocurrió.

En punto de la 17:20 horas los contingentes comenzaron a llegar al Paseo Bravo. En este lugar se pudo ver el descontento de algunos ciudadanos, pues se paró el servicio de la Red Urbana del Transporte Articulado (RUTA) y muchas unidades tuvieron que modificar su trayecto.

La comunidad se disculpó por los inconvenientes, pero dejaron en claro que solo era una vez al año y que estaba manifestándose para que se cumplieran sus derechos.

Durante la hora y 20 minutos que se vivió la marcha se pudo observar mucho amor y solidaridad. Hubo familias completas que acompañaron a sus hijos gais o lesbianas, madres y abuelas que regalaron “abrazos” a personas rechazadas en sus núcleos y muchas parejas que sin miedo a las miradas se basaron y gritaron su amor.

En cuanto llegaron al Paseo Bravo se organizó una fiesta y los grupos invitados amenizaron la tarde. Se coronó a Samantha Flores como la reina de la marcha, por ser una activista que creó la primera casa de retiro para personas de la tercera edad LGBT+ y concluyó con la participación del cantante Raymix.