Un grupo especial para atender intentos de linchamiento no es la solución ante dicho problema social, ya que lo ideal es que las autoridades de los distintos órdenes de gobierno conozcan el protocolo existente y lo apliquen correctamente, dijo el Secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, quien descartó que se haya consumado un delito de esta índole en Acajete.
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En entrevista con medios de comunicación, Aquino aseguró que lo ocurrido en aquel municipio fue una ejecución, ya que en el lugar en donde fue encontrada la víctima había una cartulina en la que se le vinculaba con actividades delictivas.
Cabe mencionar que las primeras versiones apuntan a que vecinos de Acajete ubicaron a la víctima como presunto responsable del robo a un gimnasio, por lo que decidieron incendiar su vivienda, provocarle lesiones con un machete y posteriormente lanzarlo de un puente.
En este sentido, el secretario resaltó que la autoridad nunca recibió un llamado de alerta respecto a un intento de linchamiento, sino de una ejecución consumada, por lo que no hubo tiempo de implementar el protocolo, no obstante, la Fiscalía General del Estado ya investiga los hechos.
Falta policía certificada y capacitación
El responsable de la gobernabilidad en Puebla consideró que la creación de un grupo especial para atender intentos de linchamiento, que sugirió la Comisión Estatal de Derechos Humanos mediante la recomendación número 01/2024, no es viable porque si el hecho se presentará a tres horas de distancia de su base de operaciones de cualquier forma no podría llegar a impedirlo.
En su opinión, lo que se necesita es que las policías municipales estén certificadas para que puedan cumplir adecuadamente los protocolos cuando se activan, ya que son las autoridades más cercanas al hecho las que actúan como primeros respondientes para poner a salvo a la víctima.
“No se requiere un grupo especializado, sino que todas las partes estén involucradas, la policía municipal, la estatal y la Guardia Nacional”, dijo al tiempo de señalar que el Estado ha atendido la recomendación de ofrecer mayor capacitación sobre el tema; no obstante, el principal problema sigue siendo la falta de elementos municipales certificados.
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Finalmente, indicó que la cifra de linchamientos ha ido a la baja, ya que en 2019 se registraron 400 y en lo que va del año suman 17, aunque aclaró que no se trata “de un tema de números”, sino de generar las condiciones para atender los hechos y de que los ciudadanos tomen consciencia de que no pueden ejercer la justicia por propia mano.