Pese a que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha descalificado que se utilicen efectivos de la fuerza pública como guardaespaldas, su gobierno no escatimó en recursos para proteger a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller en al menos dos visitas que hizo a la ciudad de Puebla este año, en las que fue escoltada por militares, entre ellos oficiales de alto nivel, equipados con armamento táctico, así como automóviles y camionetas de lujo pertenecientes a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
A través de dos misivas confidenciales en poder de El Sol de Puebla, extraídas por el grupo internacional de hackers, Guacamaya, se sabe que el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval González, ordenó expresamente a varios efectivos del grupo de Servicios Especiales de la Policía Militar salir de sus cuarteles y acompañar en todo momento a Gutiérrez Müller durante dos viajes redondos que realizó de la Ciudad de México a la capital poblana.
Acompañada en carácter de docente de la BUAP
La primera salida la hizo en abril pasado, cuando, en el marco de la inauguración de la Feria del Libro de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), la también investigadora acudió como invitada especial al evento realizado en el Edificio Carolino, en la capital poblana.
Pese a que ella no ocupa ningún cargo dentro del Ejército Mexicano ni mucho menos en la administración pública federal, en esa ocasión, por instrucciones del alto mando, fueron desplegados 10 efectivos de la Policía Militar, así como dos camionetas modelo Tahoe y un vehículo sedán para acompañarla. Se pidió también que el equipo estuviese armado con cinco pistolas SIG Sauer calibre 357, tres pistolas SIG Sauer calibre 380 y una ametralladora P90 calibre 5.7 milímetros.
En un segundo documento enviado por correo electrónico en junio pasado se informó que, en atención de “la superioridad” –término utilizado por militares para referirse a Sandoval González como oficial de alto rango–, fue demandada “la ayudantía” de tres jefes, seis oficiales y cuatro elementos de tropa adscritos a la Policía Militar.
De acuerdo con la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, el rango de jefe, que va sólo por debajo del rango de general –el nivel más alto–, aplica para coroneles, tenientes coroneles y mayores; el de oficial, para capitanes, tenientes y subtenientes; mientras que el de tropa aplica para sargentos y cabos.
Aunado a ello, se pidieron cuatro vehículos con “características civiles”, además de 10 armas cortas y tres largas, así como una pistola SIG Sauer calibre 357 y dos pistolas SIG Sauer calibre 380. También se solicitaron tres celulares oficiales y 10 radios matra.
El documento igualmente contiene la instrucción que Sandoval González giró a José Martín Luna de la Luz, comandante de la 25 Zona Militar, para mantener en estricto estado de alerta a las fuerzas a su cargo, así como al personal del Hospital Militar Regional, pues, en caso de ser necesario, los elementos del Ejército establecidos en el estado deben proteger a la esposa del mandatario federal.
“Que la Comandancia de la 25/a Z.M. alerte fuerzas de reacción e Instalaciones Sanitarias de su jurisdicción”, se leyó en el recado confidencial saliente de la oficina del secretario.
Aunque no se estipuló de forma concreta el itinerario de este segundo viaje, fue gracias a una publicación hecha a través de redes sociales que la también investigadora reveló que en su itinerario estuvo “saludar” a la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo Ramírez.
A través de la plataforma Facebook, Gutiérrez Müller aseguró, entre otras cosas, sentirse “muy orgullosa” de pertenecer a la máxima casa de estudios poblana, puesto que desde 2015 ostenta la plaza de investigadora y docente en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades "Alfonso Vélez Pliego” de esa universidad.
Por lo tanto, pese a que ambas situaciones se trataron de asuntos sobre estrictos temas civiles, la Sedena consideró indispensable el traslado de personal militar para custodiar a la profesora.
AMLO, en contra de protección a políticos
Tras haber sido elegido por el pueblo de México en 2018, el entonces virtual presidente electo, López Obrador, defendió que en su administración ningún funcionario gozaría de custodia personalizada brindada por elementos del Ejército Mexicano o por la extinta Policía Federal.
En su momento, señaló que, encaminado a los principios de austeridad republicana, los únicos que podrían acceder a protección serían los políticos a cargo de la seguridad pública, sin embargo, no incluyó a familiares suyos o personas fuera de la nómina del gobierno, como es el caso de su esposa.
Inclusive, el propio mandatario federal rechazó la idea de que elementos de la fuerza pública fueran retirados de sus cuarteles sólo para ‘cuidarle’ la espalda en eventos públicos. Esto lo dijo después de que en 2019 acudió a un mitin en Ciudad Valles, San Luis Potosí, y la valla de contención fue abatida por el bullicio que acudió a verlo.
“No voy a usar guardaespaldas, eso lo tengo decidido. Nada más (quiero) pedirle a la gente que me ayude, no sólo es cuidarme sino es la organización: son actos donde participa mucha gente; yo quiero saludar a todos y ellos también, pero no es fácil abrir la valla”, defendió entonces.
Por último, es importante recordar que Gutiérrez Müller no desempeña ningún cargo formal dentro de la administración pública, pues su único cargo es honorario y está al frente de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México.
De hecho, a declaración expresa del presidente y su esposa, la investigadora de la BUAP no busca contender por ningún cargo en el futuro. Beatriz Gutiérrez dijo en días recientes que “no sería senadora, ni diputada, ni presidente, ni diputada local, ni alcaldesa nunca. Yo no me voy a postular nunca a ningún cargo, no, no. No es lo mío”, mientras que López Obrador señaló que, al terminar su gestión, ninguno de los dos participará en la vida política del país.