“Hemos tomado la decisión de tener acceso controlado a nuestro fraccionamiento”. Esta es la leyenda impresa en una lona colocada en un par de las más de seis rejas metálicas que bloquean el paso en las calles de Real del Monte, área privada de viviendas que se ubica entre el bulevar Hermanos Serdán y San Felipe, cuyo cierre causó disgustos a colonos de Villa Posada, para quienes es imposible cruzar desde el pasado fin de semana.

El argumento de los vecinos del fraccionamiento Real del Monte, ubicado a la altura del Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE), es que, desde hace algún tiempo, aumentó la delincuencia en la zona con el robo a casas, asalto a mano armada, intento de violación, secuestro y robo de autopartes.

Pero esto solo lo han dado a conocer por medio de las lonas que instalaron en las rejas, pues han preferido no dar una declaración al respecto. Mientras que los vecinos de Villa Posada acusaron que, desde el fin de semana, incluso por la noche, comenzaron los trabajos de instalación de las rejas sin previa consulta.

Colonos como Guadalupe Ramírez, Armando Montaño y Arturo Mendieta, tan solo por mencionar algunos, dieron a conocer que los representantes del fraccionamiento no cuentan con los permisos para colocar las rejas, por lo que ya solicitaron al Ayuntamiento que intervenga en el conflicto, mismo que les explicó que, a más tardar, el 14 de junio les darán una respuesta sobre la posible clausura de las rejas.

Quienes se opusieron a la instalación de las rejas argumentaron que el rechazo es porque no es posible el paso a pie o en vehículo por las calles que forman parte del fraccionamiento, por el contrario, la única vialidad disponible para cruzar hacia alguno de los bulevares es por Diamante, la cual no se cerró gracias a que el pasado domingo uno de ellos impidió, por medio de una denuncia al 911, la colocación de la reja.

Las calles en las que están las rejas son Oro, Plata, Escudo y Yunes. Diamante no fue bloqueada por intervención de unos de los colonos de Villa Posada, pero es el único paso peatonal o vehicular. La molestia de los vecinos es que incluso las banquetas fueron cerradas con esta reja, por lo que algunas personas deben agregar a su recorrido diario por lo menos tres calles a fin de encontrar una vía libre.

No negaron que la inseguridad sea un problema que afecta a todas las casas, pues todos los vecinos en algún momento han sido víctimas de la delincuencia en esa zona, sin embargo, no coincidieron con la idea de realizar los bloqueos.

El padre de Armando Montaño tiene 85 años de edad y este jueves no pudo asistir a su cita médica debido a la colocación de las rejas, pues fue imposible caminar tantas calles para encontrar un vehículo que los llevara a la clínica.

Este es tan solo uno de los problemas a los que se exponen los colonos. Otros, además de en los comercios vecinos, deben estacionar sus carros a partir del límite que marca la reja e incluso en algunas mallas hay letreros en cartulina blanca en los que se avisa que el ingreso al fraccionamiento y las colonias siguientes “es por la gasolinera”.

No solo los vecinos tienen problemas a causa del cierre de las calles, también la gente que acude a trabajar ahí e incluso padres de familia que van a dejar y a traer a sus hijos a las instituciones educativas de la zona.

Los vecinos inconformes advirtieron que esperarán la solución de las autoridades, sin embargo, en caso de no tener una respuesta favorable se verán en la necesidad de hacer plantones y bloqueos de las avenidas hasta que reabran la circulación.