Será en el 2023 cuando concluya la reparación de los edificios históricos de Puebla afectados por el sismo de magnitud 7.1 que ocurrió el 19 de septiembre de 2017, indicó la Secretaría de Cultura federal.
A cuatro años del movimiento telúrico, la dependencia informó que con la colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se han intervenido 415 de los 621 inmuebles dañados, lo que equivale a un avance del 63 por ciento.
El director del INAH en Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, destacó que Puebla y Atlixco son los municipios en los que se registra mayor progreso en la reparación de daños, aunque en el resto de la entidad siguen proyectos en fase de desarrollo, planeación o estudios.
“Hay un programa establecido en el INAH, bajo el cual estimamos que en Puebla, el cien por ciento de los monumentos históricos estarán restaurados en 2023, esto quiere decir que el próximo año será crucial, profuso en actividad, ya que nos permitirá acercarnos al 90 por ciento del total”, dijo.
Entre los inmuebles con mayores afectaciones destacó el de San Martín Obispo de Tours en Huaquechula, “donde no se han interrumpido las acciones de atención, llegando al grado de instalar laboratorios in situ en los que se realiza el monitoreo de las estructuras, así como pruebas de morteros y canterías, de cara a las etapas de intervención arquitectónica”.
Dicho templo fue uno de los que visitó recientemente El Sol de Puebla en un recorrido por la Mixteca Poblana, constatando que falta realizar la restauración de retablos y la comunidad espera información al respecto.
“Los estudios que estamos efectuando nunca se habían conducido aquí en Puebla, e incluso a nivel americano son investigaciones históricas que ponen en alto la calidad de los profesionales de restauración que hay en el INAH”, indicó Villarruel.
Destacó que entre los inmuebles reparados están el templo de la Virgen de los Remedios, en Cholula, así como la reciente entrega de la portada del atrio del ex convento de la Merced, en Quecholac, el cual tuvo afectaciones en sus altorrelieves, con acabados de cal, mampostería y mortero.
Dijo que otro caso relevante es el de la escultura ecuestre, casi de tamaño real, de Santiago Apóstol, de la comunidad de Izúcar de Matamoros, la cual se encuentra en restauración en los talleres de la Coordinación Nacional de Conservación de Patrimonio Cultural, tras la autorización de la comunidad.
Por último, indicó que en las labores de reparación participan las Coordinaciones Nacionales de Monumentos Históricos y de Conservación del Patrimonio Cultural, centros de investigación, el instituto de Ingeniería de la UNAM, la Oficina en México de la UNESCO, la Fundación Jenkins y otras instancias.