/ martes 14 de febrero de 2023

Hermanos buscan a sus familiares, con quienes perdieron contacto hace más de 25 años

Adelina Tenorio Martínez se fue de su hogar con su hija, Laura Juárez, que en ese entonces tenía tres años

Tecamachalco, Pue. Hace 27 años, la señora Adelina Tenorio Martínez se fue de su hogar con su hija Laura Juárez que en ese entonces tenía tres años, desde ese momento, su esposo y sus otros siete hijos desconocieron su paradero. Fue una vida complicada, con muchas incógnitas y actualmente los hermanos retomaron la búsqueda para saber qué fue lo que ocurrió.

Cecilia Juárez, de 38 años, y Víctor Juárez, de 44 años, son unos hermanos originarios del municipio de Tecamachalco que quieren volver a ver a su madre y a su hermana. Hace unos días comenzaron a compartir sus imágenes en redes sociales para recibir información y esos mismos días recibieron llamadas, sin embargo, se trató de falsas alarmas.

Es por ello, que nuevamente piden a toda la ciudadanía ayuda, pero ayuda de corazón, sin que haya dinero de por medio, extorsión o chantaje. Han vivido tantos años sin saber lo que le pasó a sus seres queridos que hoy solo quieren saber si están sanas y salvas. Aprovecharon la difusión de este medio para decir que no las juzgaran y que las puertas de sus casas siguen abiertas.



Víctor era un adolescente cuando todo ocurrió. Sabía que su madre y su padre tenían problemas, pero nunca creyó que los abandonaría. Un día, su madre tomó a la hija más pequeña y ya no volvió. Nadie supo en dónde estaba, ni sus tíos o abuelos maternos, ni los vecinos, ni los conocidos.

De vez en cuando les avisaban que las habían visto en Huixcolotla, en Acatzingo, o en otros municipios aledaños a Tecamachalco, pero cuando iban a buscarla, siempre regresaban con las manos vacías. Como eran siete hermanos los que quedaban en Tecamachalco, Víctor optó por irse a Puebla para quitarle un poco de carga a su padre, que ahora tenía que hacerse cargo solo de todos sus hijos.

Adelina Tenorio Martínez se fue de su hogar con su hija, Laura Juárez, que en ese entonces tenía tres años. Foto: Cortesía familiares


Estuvo cinco años en la capital poblana, hubo días que no tuvo nada que comer, que durmió de bajo de puentes, pero regresó a Tecamachalco cuando le avisaron que su padre había enfermado. En aquella ocasión hablaron de su madre y de su hermana, y el señor le dijo que si algún día querían regresar, las aceptaría sin problemas.

El tiempo pasó, su padre mejoró y ya no dejó Tecamachalco. Empezó a dedicarse a la albañilería y fue así que comenzó a ayudar económicamente a sus demás hermanos. Cuando salía de viaje preguntaba por su madre y por su hermana, pero nunca tuvo algún dato que diera con ellas.

“Mis hijas me dicen que soy necio, pero saben que no pararé hasta saber algo. Yo solo quiero que mi mamá sepa que no la juzgo, no sé qué pasó, pero siempre será mi madre y si ella quiere regresar le abriré las puertas de mi hogar para que conozca a mi familia. Y pues mi hermana, ella era una bebé, a todos mis hermanos los quiero mucho y si ella llega a ver esto quiero que sepa que también tiene aquí a alguien que dará la cara por ella”, comentó.

Por su parte, Cecilia tiene más vívido el último día que vio a su madre, recuerda que le dijo que se iba a lavar con una de sus comadres y le pidió que cuidara a su hermana. Sin embargo, ella despertó a su hermanita y le dijo que alcanzara a su mamá.

Se siente culpable por haberle dicho eso a su hermana, pues tal vez si ella se hubiera quedado, hoy estaría con ellos, pero ya no puede regresar el tiempo y hoy solo queda dar su último esfuerzo para dar con su paradero.

“Mi mamá tuvo sus motivos para irse. Como vas creciendo te das cuenta que no puedes juzgar, pero yo pienso mucho en mi hermana, ella era una bebé y todos los hermanos nos queremos mucho, nos apoyamos mucho y me gustaría que ella sepa que aquí tiene una familia que piensa en ella y que la sigue buscando”, compartió.

Los hermanos tienen miles de teorías en su cabeza de lo que pudo haber pasado, como que se fueron de Puebla, se cambiaron el nombre y en ocasiones hasta la muerte ha pasado por su cabeza. No obstante, quieren seguir indagando hasta que encuentren hechos concretos de lo que pudo haber ocurrido.

El padre de estos hermanos falleció hace cinco meses y en su lecho de muerte pidió ver a su esposa y a su hija por última vez, por lo que la familia le prometió que nuevamente las buscarían, y que no se preocupara, que descansara en paz.

Los hermanos quieren que sepan, tanto su madre Adelina Tenorio como su hermana Laura Juárez, que si están bien, solo quieren volver a formar una familia, pero si en sus deseos está no regresar a Tecamachalco se conformarán con saber que tienen una vida estable.

Nunca levantaron una denuncia por desaparición debido a que consideran que la madre se fue por voluntad propia, pero están analizando levantar una carpeta de investigación en caso de no encontrar pistas que den con su hermana. Solo cuentan con dos fotografías de ellas y esperan eso pueda servir para encontrarlas.

“Sabemos que sus facciones pudieron haber cambiado con el paso de los años, pero solo tenemos estas dos fotografías de ellas, si alguno de ustedes las vio por favor de comuníquense con nosotros. Hace ya mucho tiempo que las estamos buscando y quisiéramos saber de su paradero. Hermana, comunícate con nosotros, queremos que sepas que no estás sola que tienes hermanos que te quieren”, concluyeron.

En caso de tener información pueden comunicarse a este medio al 01 (222) 514 33 00 y los datos se le brindarán a la familia.

Tecamachalco, Pue. Hace 27 años, la señora Adelina Tenorio Martínez se fue de su hogar con su hija Laura Juárez que en ese entonces tenía tres años, desde ese momento, su esposo y sus otros siete hijos desconocieron su paradero. Fue una vida complicada, con muchas incógnitas y actualmente los hermanos retomaron la búsqueda para saber qué fue lo que ocurrió.

Cecilia Juárez, de 38 años, y Víctor Juárez, de 44 años, son unos hermanos originarios del municipio de Tecamachalco que quieren volver a ver a su madre y a su hermana. Hace unos días comenzaron a compartir sus imágenes en redes sociales para recibir información y esos mismos días recibieron llamadas, sin embargo, se trató de falsas alarmas.

Es por ello, que nuevamente piden a toda la ciudadanía ayuda, pero ayuda de corazón, sin que haya dinero de por medio, extorsión o chantaje. Han vivido tantos años sin saber lo que le pasó a sus seres queridos que hoy solo quieren saber si están sanas y salvas. Aprovecharon la difusión de este medio para decir que no las juzgaran y que las puertas de sus casas siguen abiertas.



Víctor era un adolescente cuando todo ocurrió. Sabía que su madre y su padre tenían problemas, pero nunca creyó que los abandonaría. Un día, su madre tomó a la hija más pequeña y ya no volvió. Nadie supo en dónde estaba, ni sus tíos o abuelos maternos, ni los vecinos, ni los conocidos.

De vez en cuando les avisaban que las habían visto en Huixcolotla, en Acatzingo, o en otros municipios aledaños a Tecamachalco, pero cuando iban a buscarla, siempre regresaban con las manos vacías. Como eran siete hermanos los que quedaban en Tecamachalco, Víctor optó por irse a Puebla para quitarle un poco de carga a su padre, que ahora tenía que hacerse cargo solo de todos sus hijos.

Adelina Tenorio Martínez se fue de su hogar con su hija, Laura Juárez, que en ese entonces tenía tres años. Foto: Cortesía familiares


Estuvo cinco años en la capital poblana, hubo días que no tuvo nada que comer, que durmió de bajo de puentes, pero regresó a Tecamachalco cuando le avisaron que su padre había enfermado. En aquella ocasión hablaron de su madre y de su hermana, y el señor le dijo que si algún día querían regresar, las aceptaría sin problemas.

El tiempo pasó, su padre mejoró y ya no dejó Tecamachalco. Empezó a dedicarse a la albañilería y fue así que comenzó a ayudar económicamente a sus demás hermanos. Cuando salía de viaje preguntaba por su madre y por su hermana, pero nunca tuvo algún dato que diera con ellas.

“Mis hijas me dicen que soy necio, pero saben que no pararé hasta saber algo. Yo solo quiero que mi mamá sepa que no la juzgo, no sé qué pasó, pero siempre será mi madre y si ella quiere regresar le abriré las puertas de mi hogar para que conozca a mi familia. Y pues mi hermana, ella era una bebé, a todos mis hermanos los quiero mucho y si ella llega a ver esto quiero que sepa que también tiene aquí a alguien que dará la cara por ella”, comentó.

Por su parte, Cecilia tiene más vívido el último día que vio a su madre, recuerda que le dijo que se iba a lavar con una de sus comadres y le pidió que cuidara a su hermana. Sin embargo, ella despertó a su hermanita y le dijo que alcanzara a su mamá.

Se siente culpable por haberle dicho eso a su hermana, pues tal vez si ella se hubiera quedado, hoy estaría con ellos, pero ya no puede regresar el tiempo y hoy solo queda dar su último esfuerzo para dar con su paradero.

“Mi mamá tuvo sus motivos para irse. Como vas creciendo te das cuenta que no puedes juzgar, pero yo pienso mucho en mi hermana, ella era una bebé y todos los hermanos nos queremos mucho, nos apoyamos mucho y me gustaría que ella sepa que aquí tiene una familia que piensa en ella y que la sigue buscando”, compartió.

Los hermanos tienen miles de teorías en su cabeza de lo que pudo haber pasado, como que se fueron de Puebla, se cambiaron el nombre y en ocasiones hasta la muerte ha pasado por su cabeza. No obstante, quieren seguir indagando hasta que encuentren hechos concretos de lo que pudo haber ocurrido.

El padre de estos hermanos falleció hace cinco meses y en su lecho de muerte pidió ver a su esposa y a su hija por última vez, por lo que la familia le prometió que nuevamente las buscarían, y que no se preocupara, que descansara en paz.

Los hermanos quieren que sepan, tanto su madre Adelina Tenorio como su hermana Laura Juárez, que si están bien, solo quieren volver a formar una familia, pero si en sus deseos está no regresar a Tecamachalco se conformarán con saber que tienen una vida estable.

Nunca levantaron una denuncia por desaparición debido a que consideran que la madre se fue por voluntad propia, pero están analizando levantar una carpeta de investigación en caso de no encontrar pistas que den con su hermana. Solo cuentan con dos fotografías de ellas y esperan eso pueda servir para encontrarlas.

“Sabemos que sus facciones pudieron haber cambiado con el paso de los años, pero solo tenemos estas dos fotografías de ellas, si alguno de ustedes las vio por favor de comuníquense con nosotros. Hace ya mucho tiempo que las estamos buscando y quisiéramos saber de su paradero. Hermana, comunícate con nosotros, queremos que sepas que no estás sola que tienes hermanos que te quieren”, concluyeron.

En caso de tener información pueden comunicarse a este medio al 01 (222) 514 33 00 y los datos se le brindarán a la familia.

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