Una cápsula del tiempo es el museo particular del cronista de la ciudad de Huejotzingo, el profesor de Historia y abogado Eduardo Morales Eras, quien fue compañero de Pedro Ángel Palou, en el Consejo de la Crónica del Estado de Puebla.
El Sol de Puebla tuvo la oportunidad de recorrer cada una de las salas que resguardan fotografías, utensilios, máscaras, revistas y objetos históricos, principalmente de la cultura huejotzinca y poblana, aunque también hay piezas de otras culturas universales.
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Como docente, Eduardo Morales recuerda haber participado en varios seminarios de capacitación. En uno de ellos, realizado en Cholula, el ponente comenzó a hacer preguntas sobre historia universal, que los asistentes respondieron con facilidad. Sin embargo, cuando se abordaron temas relacionados con Mesoamérica, todos guardaron silencio por desconocimiento.
“Nos regañó: ¿Cómo es posible que ustedes sepan quién fue Julio César o Napoleón, pero no sepan quién fue Quetzalcóatl, Nezahualcóyotl o Tláloc? Si ustedes son mexicanos, tienen la obligación de conocer la historia de su patria y luego lo demás”, relató Eduardo Morales.
Esta observación lo llevó a profundizar en la historia de México y despertó su interés por estudiar las culturas mesoamericanas. “De ahí surgió la idea de ir recopilando varias cosas, y, casi como jugando, se me ocurrió hacer lo que ustedes están presenciando ahora”, explicó.
Un recorrido por el museo particular
En el Segundo Barrio de Huejotzingo, en una de las viviendas del lugar, se encuentra el museo particular de Eduardo Morales. Es fácil identificarlo desde la fachada: es como el granito negro en el arroz.
“Queremos que la memoria de Huejotzingo y parte del estado de Puebla se conserve a través de todo lo que ustedes pueden observar”, señaló el cronista.
El recorrido inicia con diversas salas, donde cada barda y cada rincón tienen un tema específico. Por ejemplo, se exhiben un nacimiento, un altar a la Virgen de Guadalupe y una reproducción de las ofrendas, con el objetivo de preservar estas tradiciones.
“Tenemos un mural que sintetiza la historia de México, empezando desde la época prehispánica, representada por personajes importantes como Tecayehuatzin, Nezahualcóyotl y el dios principal de los huejotzincas, quienes simbolizan la cultura indígena. Luego, Hernán Cortés representa la etapa de la Conquista, seguido por un fraile franciscano que simboliza la evangelización. Más adelante aparecen figuras como Morelos para la época independiente, y personajes del Porfiriato, la Revolución Mexicana y la Intervención Francesa”, detalló Morales.
Otro mural destaca un poema de Tecayehuatzin y la imagen de Luis G. Saloma, un violinista huejotzinca con fama internacional. También se representan figuras como Miguel Jerónimo Martínez y el sacerdote Andrés de Arce Mira Quirós y Miranda, quien donó su biblioteca de más de mil tomos a La Fragua. Además, se incluye al poeta y latinista Delfino C. Moreno.
Cada cuarto del museo alberga pinturas, reproducciones de culturas mesoamericanas, revistas, utensilios antiguos, herramientas agrícolas y los primeros aparatos tecnológicos, como radios y televisores.
Eduardo Morales también presume tener el único ahuehuete en el municipio, el cual plantó para recordar el árbol de la Noche Triste, donde Hernán Cortés lloró tras ser derrotado por los mexicas.
La sala de los carnavales
Huejotzingo es reconocido por su famoso carnaval, y este tiene una sala dedicada exclusivamente a las máscaras y elementos de este festejo. “Aquí tenemos máscaras de diferentes regiones del estado de Puebla, principalmente de la Sierra Norte, pero también de países como Honduras, Colombia, Venecia, Cuba, Sudáfrica y otros carnavales del mundo”, explicó Morales.
En esta sala se exhiben también indumentarias utilizadas en el carnaval de Huejotzingo, como el famoso mosquetón, máscaras, vestimentas y otros artículos tradicionales.
La vida de México
En otras salas se destaca la temática de las artesanías de diversas regiones del estado de Puebla, especialmente de la Mixteca y la Sierra Norte.
Una de las exhibiciones muestra cómo eran las cocinas de antaño. “Como eran las cocinas de nuestros abuelitos, ahí tenemos puro barro, tratamos de eliminar en esta cocina, todo lo que sea plástico, que conservar originalmente nuestras tradiciones; ahí tenemos el metate, el metlapil, el molcajete”, comentó Morales.
Próximamente abierto al público
Este recorrido revela que cada objeto, fotografía, revista o libro es una herramienta para enseñar la historia y la cultura de Huejotzingo, Puebla y el mundo.
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Eduardo Morales adelantó que, en los próximos meses, el museo podría estar abierto al público. No obstante, aún está trabajando en algunos detalles para incorporar más piezas que, sin duda, reforzarán la identidad, riqueza e importancia de la cultura de Huejotzingo.