La mayoría de los hombres que acude a solicitar talleres de perspectiva de género y nuevas masculinidades lo hace por indicaciones de los juzgados, ya que son pocos los que asisten por voluntad propia para eliminar sus conductas de violencia, indicó la directora del Sistema Municipal DIF de Puebla, Carolina Morales García.
En entrevista con medios de comunicación, admitió que todavía no se consigue que los hombres asuman la responsabilidad de solicitar apoyo para dejar de ejercer violencia, ya que la mayoría de los violentadores acepta la asesoría hasta que un juez se lo instruye como parte de algún proceso legal.
“Por parte de los juzgados es que nosotros recibimos las solicitudes para trabajar con hombres violentadores, en donde a través de las canalizaciones que nosotros tenemos que hacer al área de psicología, pues ahí nos ponen la cantidad de consultas psicológicas que deben tomar para que su conducta violenta disminuya”, explicó.
Aunque evitó proporcionar la cifra de atenciones otorgadas a los hombres, adelantó que para fortalecer la capacitación hacía dicho sector, en breve el DIF firmará un convenio de colaboración con una asociación civil que se dedica a trabajar con quienes han ejercido violencia contra las mujeres o tienen conductas machistas.
“Les damos terapia y apoyo psicológico, tenemos una herramienta importante que es una asociación que trabaja directamente con hombres violentadores y estamos en vías de firmar ese convenio para comenzar a trabajar con esos varones”, acotó.
De acuerdo con el último informe del programa “Contigo mujer contra la violencia” presentado a finales del mes pasado por parte del sistema DIF, en lo que va de la actual administración municipal se han atendido a 392 féminas, a quienes se les valoró para determinar el nivel de riesgo al que estaban expuestas y se les ofreció apoyo psicológico y legal.
Adicionalmente se señaló que de entre las víctimas, un total de 38 mujeres junto con sus hijos, 29 niñas y 21 niños, también fueron canalizadas al refugio temporal porque no contaban con redes de apoyo para ponerse a salvo de la violencia que enfrentaban.