HUAQUECHULA, Pue. En alfombras amarillas desfilaron las almas delos difuntos. Así fue como lo visualizaron los habitantes de estemunicipio el Día de Todos los Santos al colocar 39 altaresmonumentales para aquellos que perdieron la vida este año. Ayerfueron inauguradas.
El terremoto del 19 de septiembre destruyó algunas casas, perono pudo contra las tradiciones de la región. Tal como loadvirtieron la semana pasada los propios pobladores, las campanasdel templo de San Martín de Tour no sonaron en punto de las 14:00horas, como es la costumbre, pero los vecinos recibieron igualmentea las almas de sus familiares difuntos.
Justo a esa hora se escuchó el estruendo de algunos cohetes.Las familias ya estaban preparadas con canastos, en los quedepositaron flores de cempasúchil deshojadas, con las que crearonalfombras amarillas; con sus sahumerios limpiaron el ambiente porel que pasarían las ánimas.
Así ocurrió en cada calle en la que se encontraba alguno delos altares monumentales, que pueden llegar a tener costos de hasta50 mil pesos, dependiendo del tamaño y todos los elementos que lescoloquen.
A pesar de que muchos de los difuntos tienen varios meses dehaber fallecido, las lágrimas entre los familiares no dejan debrotar. Si bien encuentran la fortaleza para dar la explicación atodos los turistas sobre a quién está dedicado el altar, latristeza los alcanza y en ocasiones les impide seguir hablando.
Muchos de los turistas ya conocen la tradición, y a las casas alas que ingresan llevan ceras que entregan a los responsables delas ofrendas como un regalo a sus fieles difuntos, cuyas almas,según las creencias católicas, permanecen en el mundo de losvivos durante 24 horas y con quienes llegan a conversar; inclusolos familiares se niegan a abandonar los altares durante lanoche.
Para todos los pobladores de Huaquechula, estos díasrepresentan algo más que una fecha en el calendario: se trata delmomento en el que se encuentran con las personas que ya abandonaronel mundo terrenal y a quienes quieren consentir una vez más.
Por lo anterior, además de una fotografía y los llorones, asícomo alguna representación del mundo divino, que se ubican en lostres pisos que integran el altar, este se llena de alimentos queles gustaron a aquellas personas a quienes les dedican lasofrendas.
Este año murieron en el municipio de Huaquechula 37 personas:uno accidentado (ahogado) y 2 niños y 33 adultos fallecieron pormuerte natural. Esta será la cantidad de ofrendas que secolocará, además de otras que, se dice, están dedicadas a lasvíctimas por el terremoto.
EL MUNICIPIO ESTÁDESPOSTILLADO
A pesar de que muchas casas, templos, la presidencia municipal yel exconvento están dañados por el terremoto, el turismo no seahuyentó, y cientos de personas caminaron entre las calles paraser partícipes de esta tradición, contrataron a guías deturistas y dentro de las casas degustaron de los alimentos que lesofrecieron.
Entre los grupos de visitantes estuvo el secretario de Cultura yTurismo, Roberto Trauwitz Echeguren, junto con el edil Edwin Mora yel alcalde de Atlixco, José Luis Galeazzi, quienes formalmenteinauguraron los 39 altares.
Tras el acto protocolario, realizaron un recorrido por algunasde las casas, donde escucharon la explicación de los altares;además, apreciaron la danza de los Tecuanes de Acatlán de Osorio,quienes por un momento con su singular alegría hicieron olvidar alos pobladores sus penas por la pérdida de su patrimonio.
Trauwitz Echeguren aseveró que con el desarrollo de este tipode actividades será posible la recuperación de los municipios queson parte del patrimonio e historia del estado, donde se conservanintactas las tradiciones.
Por otra parte, dio a conocer que por el momento la convocatoriafederal para buscar la certificación de Pueblo Mágico estácerrada. Huaquechula es una de las ciudades que busca ladenominación, por lo que aseguró que, a pesar de los daños a suinfraestructura, puede seguir compitiendo para obtener elnombramiento.