Conductores de automóviles particulares y transportistas padecen el surgimiento de baches en la calzada Emiliano Zapata, entre el Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Miguel y el entronque con el Periférico Ecológico. Debido a la presencia de hundimientos, que, a decir de vecinos, se agravaron en el último mes, los chóferes deben realizar maniobras repentinas para evitar dañar sus unidades, sin embargo, no todos logran evadir los obstáculos.
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Un bache de aproximadamente seis metros de longitud –esto con base en una medición hecha con un dispositivo móvil– se originó recientemente en una concurrida vialidad ubicada al sureste de la capital poblana. Debido a la presencia de lluvias y la ausencia de mantenimiento, la fractura se agudizó hace pocas semanas, dejando prácticamente todo el tramo dañado.
No obstante, dicha cavidad no es la única que afecta la circulación de vehículos en la zona. En el camino que conecta a la calzada Emiliano Zapata con el fraccionamiento Jardines de la Montaña se encuentra otro bache que, si bien es de menor longitud, es más profundo.
Para quienes deben trasladarse de la zona del penal de San Miguel y colonias aledañas hacia el Periférico Ecológico, cruzar por este tramo lleno de imperfecciones es prácticamente forzoso. Ante la ausencia de topes y señalamientos, algunos automovilistas inclusive conducen por esta zona a altas velocidades, llevándolos a caer inevitablemente en algún bache.
Aunque hay varios hundimientos en este punto en particular, el de mayor longitud y profundidad se encuentra situado al centro de la calzada Emiliano Zapata. Atravesarlo es inevitable para los conductores que llegan desde la zona de la Academia de Policía y que se dirigen a Lomas de San Miguel, o bien que deben incorporarse al Periférico con sentido a Cholula.
Percances por los baches comienzan a acumularse
Según Gabino, que posee un restaurante ubicado justo frente a la zona donde surgieron los hundimientos, los baches han incrementado su tamaño en las últimas semanas, particularmente desde que las lluvias comenzaron a ser constantes.
Desde su negocio, el hombre ha sido testigo de al menos tres hechos de tránsito ocurridos recientemente. Dichos eventos tuvieron como factor común los hundimientos, pues en todos ellos los automóviles sufrieron diversos daños, como la pinchadura de llantas y el desprendimiento de la carrocería. Pese a ello, Gabino remarcó que no hubo gente lesionada.
Además de transportistas, los conductores de vehículos particulares son las principales víctimas de los baches, que en temporada de tormentas suelen llenarse de agua y confundirse con charcos comunes.
Los tráilers que cruzan por la zona, generalmente pipas y unidades de carga, deben hacer maniobras de giro amplio para no caer en los hundimientos, invadiendo la mayoría de carriles. Algo similar ocurre con los automóviles, que incluso se ven obligados a desplazarse al carril contrario en la intersección para no dañar sus unidades.
Moisés Morales, residente del fraccionamiento Jardines de la Montaña, acusó que el tránsito en la zona se vuelve caótica por las mañanas. En la noche, pese a que el flujo de vehículos es menor, la poca visibilidad impide que los conductores tengan precaución sobre los baches, que él ahora ya identifica como “albercas”.
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Finalmente, el poblano señaló que hace poco su vehículo sufrió daños tras caer en uno de los hundimientos de la calzada. Argumentó que los hoyos en el pavimento tienen por lo menos mes y medio de haber surgido, sin embargo, en ese periodo no han sido revisados por la autoridad municipal, lo que ha agudizado su deterioro hasta las condiciones actuales.
