Los sueños se construyen poco a poco, con pasión, esfuerzo y con mucho trabajo, ejemplo de ello es Hyelove, un negocio familiar que arrancó vendiendo bolis artesanales en las calles, puntualmente en la 14 Sur, pero en unos días, abrirán un negocio fijo, lo que representará el inicio de una nueva etapa.
Edgar Cortés, así como Amsi González son esposos y los creadores de hyelitos, los bolis gourmet artesanales que tienen enamorados a los habitantes del Sur de la ciudad. Este negocio inició en marzo del 2020, cuando se declaró el estado de alerta por coronavirus.
Ellos siempre se habían dedicado al gremio de los gimnasios y todo lo relacionado con el deporte, pero la contingencia hizo que buscaran otras alternativas de empleo y de ahí nació la idea de vender bolis 100 por ciento hechos en casa.
“Mi esposa es la que los elabora y ella fue quien comenzó con esta idea, arrancamos vendiéndolos de casa en casa, pero después llegamos a este crucero, al de la 14 Sur y aquí seguimos hasta el día de hoy (…) fue difícil empezar en medio de una pandemia, fue complicado al inicio, fue un reto, pero hicimos todo para que la gente sintiera seguridad con nuestro producto y lo más importante que les gustara el sabor”, compartió Edgar.
Para que estos bolis fueran adquiridos por los poblanos, los creadores de hyelove trabajaron mucha en la higiene de sus productos, además que al venderlos en las calles utilizaban guantes y mostraban que estaba cerrado y en perfectas condiciones. Hay que mencionar que estos protocolos, aunque han cambiado los colores del semáforo epidemiológico los siguen manteniendo.
¿Por qué bolis?, la familia de Amsi tiene recetas de estos productos desde hace mucho tiempo y cuando llegó la pandemia, ella y Edgar decidieron que su próximo negocio debería tener una pizca de amor familiar y no hay más amor que en una receta hogareña.
“La familia de mi esposa tiene la receta desde hace mucho tiempo y Amsi con el tiempo lo ha ido mejorando, ella los hacía en fiestas familiares o para mis hijas, entonces de ahí nació nuestra inquietud de poderlos comercializar, obviamente ya hemos hecho más recetas, mejorado nuestro producto y le hemos agregado un moño, añadido su etiqueta y todo para que sea rico, para que se enamoren solo con verlo”.
En su opinión, todo negocio puede salir a flote siempre y cuando se tenga perseverancia y fe, ya que ellos iniciaron con una sola hielera y ofreciendo el producto en la cajuela de su coche, pero actualmente ya tienen dos carritos-hielera y en unos días más abrirán su local fijo.
En este lugar ya no sólo venderán los bolis de nombre hyelito, sino que Hyelove ya contará con helados, paletas y otros productos de este tipo. Además, ya tendrán dos mesitas para que las personas puedan sentarse y disfrutar en días calurosos de un rico producto.
También hay que mencionar que este espacio ya le da empleo a ocho personas, tres que ayudan a su esposa en la producción y cinco chicas que venden los bolis. “A todas las personas que quieren emprender yo les puedo aconsejar que tengan una meta fija de lo que quieren, que no se rindan los primeros meses porque al inicio se sufre decepción, cuesta trabajo, es demandante, pero al final se ven las recompensas, sigan sus sueños y siempre tengan fe”, concluyó.