Académicos de la Universidad Iberoamericana Puebla, Ibero León y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), presentaron este 1 de marzo, el nuevo programa doctoral interinstitucional de Hábitat y Sustentabilidad, el cual busca formar profesionales capaces de generar soluciones multidisciplinares en la planeación urbana, y gestión habitacional, de la mano con el cuidado de los ecosistemas locales para evitar que se degraden.
La universidad jesuita anunció que este nuevo doctorado de modalidad presencial será impartido en las tres sedes ya mencionadas, y tendrá una duración de cuatro años, dividido en ocho semestres, y con un total de 15 asignaturas. Dicho programa pretende que sus egresados puedan resolver problemáticas agrupadas en tres ejes: ecosistemas y territorios locales, soluciones espaciales al hábitat inmediato, y tecnología para el mejoramiento.
- Te puede interesar: Así se prepara la Ibero Puebla para el regreso a clases presenciales
También se indicó que el plan de estudios se regirá bajo tres principios rectores con enfoque medioambiental: equidad, sustentabilidad, e inclusión; todas ellas con orientaciones económicas, políticas, culturales y sociales, tecnológicas, y teóricas.
FALTA PLANEACIÓN URBANA EFECTIVA
En el evento participó Francisco Valverde Díaz de León, académico del Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura de la Ibero Puebla, ahí señaló que el desarrollo urbano sustentable depende de la gestión exitosa de las ciudades, y en el contexto poblano esa gestión se enfrenta a dos riesgos latentes: el ambiental, y el social.
Señaló que actualmente la entidad tiene una elevada tasa de urbanización que se concentra únicamente en tres áreas: zona metropolitana de Puebla y Tlaxcala, Tehuacán y Teziutlán, las cuales en conjunto albergan al 60 por ciento de la población total del estado. La distribución habitacional en esos territorios se caracteriza por la dispersión de la población de los sectores urbanos, la especulación del suelo, la concentración de la inversión.
El problema es que no existe un plan integral de planeación de hábitats, que evite el deterioro ambiental y la vulneración de la sociedad en Puebla.
Algunos proyectos que han intentado organizar a la población en conjuntos habitacionales, han sido los llamados “trozos de ciudad proyectados”, señala Valverde Díaz de León; estos son lugares como: Ciudad Modelo, en San José Chiapa; Cola de Lagarto, en Atlixco; y la zona habitacional de Val'Quirico, en Tlaxco, Tlaxcala.
Esos lugares materializan la falta de planeación de ciudades con enfoque ambiental, ético y sustentable. Por ello, resaltó que esos proyectos han ido desagregando valor social, cultural y económico a los municipios en los que fueron instalados: “Hemos llegado al fin de esta tendencia”, sentencia.
Como consecuencia de la mala planeación, un efecto a mediano y largo plazo puede ser la insuficiencia de los servicios básicos para la totalidad de la población de una demarcación, tal como ocurrió con la crisis de agua ocasionada por la planta de Bonafont, en Juan C. Bonilla; o el despojo de tierras para la construcción de las lujosas viviendas de Lomas de Angelópolis, en Santa Clara Ocoyucan.
URBANIZACIÓN AMENAZA SEGURIDAD HÍDRICA
Por su parte, Valentina Campos Cabral, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga SJ, indicó que el programa doctoral que hoy presenta la Ibero Puebla permitirá que sus egresados diseñen soluciones para atender la crisis de agua que existe en sitios como la cuenca del Alto Atoyac.
El Río Atoyac –que proviene de esa cuenca– es el segundo raudal más contaminado a nivel nacional. Esto se genera en gran medida por la poca efectividad de las plantas de tratamiento del río, pero también por la mancha urbana que arrasa con las superficies terrestres aledañas al cuerpo de agua.
En la actualidad, el 94 por ciento del área que contempla el flujo de agua del Atoyac, pertenece a un entorno urbano. En consecuencia, la vegetación de la zona también se ha visto altamente afectada. La académica declaró que, desde finales de los años setenta, y hasta principios del siglo XX, la vegetación en la cuenca se redujo un 74 por ciento.
BRECHA HABITACIONAL AFECTA A PUEBLA
Aunado a ello, la académica de la Ibero Puebla, Lorena Cabrera Montiel, agregó que en los últimos 30 años, en la entidad se ha incrementado hasta en ocho o diez veces la superficie de la zona metropolitana de Puebla y Tlaxcala.
Explicó además que en 2020, a nivel nacional, una cuarta parte de viviendas se encontraban en posición vulnerable, es decir de las 35 millones de hogares contabilizados ese año, 8.5 de ellas requerían acciones de mejoramiento, ampliación, y hasta sustitución.
Reveló que en la actualidad un 27 por ciento de la población vive en condiciones de hacinamiento, y existen poco más 6 millones de viviendas deshabitadas en todo el país, de las cuales aproximadamente 300 mil se encuentran en Puebla.
Por último, indicó que aunque el 70 por ciento de viviendas en todo México son propias, el margen de inmuebles intestados es alto, pues aproximadamente el 30 por ciento de ellas se encuentran sin dicho documento de propiedad.