“Siempre estaré al frente de la defensa del patrimonio de la universidad y de Puebla”, sentenció Giuseppe Lo Brutto, director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” (ICSyH), durante la rendición de su segundo informe de labores. Destacó que, de forma histórica, la institución que representa ha sido la encargada de velar por los bienes culturales e históricos de la máxima casa de estudios.
Teniendo como sede de este acto la Casa del Libro de la BUAP y acompañado por la rectora de la institución, Lilia Cedillo Ramírez, y por la investigadora y docente de esta universidad, Beatriz Gutiérrez Müller, Giuseppe Lo Brutto expuso que el ICSyH ha sido testigo de importantes reformas y cambios legislativos a nivel estatal y nacional, por lo que mantiene la obligación de asumir una participación proactiva y crítica.
“Buscamos construir espacios sin estridencias ni confrontaciones, para hacer una sinergia que permita colocarlos en concordancia con el resto de la comunidad universitaria, sin excluir a nadie por pensar diferente”, opinó.
Durante su informe, resaltó que el ICSyH conformó una comunidad que acentuó el valor de las diferencias ideológicas, para con ello, asumir las transformaciones sociales, culturales, tecnológicas y, principalmente, políticas.
En otro orden de ideas, y como parte del informe de labores, el director informó que durante el periodo 2022-2023 el ICSyH recibió tres millones 393 mil 417 pesos, de los cuales el 47 por ciento fue destinado a mejorar la infraestructura de esta sede, así como al equipamiento y adquisición de un sistema de seguridad.
Asimismo, el 23 por ciento de esa fuente de ingresos fue destinado a la compra y equipamiento para seis auditorios y 23 salones, así como de cuatro monitores interactivos y una computadora de alta gama.
De igual forma, de esta fuente de recurso, el 28 por ciento fue dirigido a la impresión de 17 publicaciones, un récord para la institución, pues durante ningún otro año se había logrado alcanzar esa cifra, presumió.
Finalmente, el 21 por ciento del recurso se utilizó para apoyar a estudiantes e investigadores en su movilidad académica, y el resto, dos por ciento, fue destinado a la traducción de diversos artículos a otros idiomas.