El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, entregó un escrito al Congreso del Estado para solicitar que no despenalice el aborto y no legalice los matrimonios igualitarios ni permita la adopción de menores a parejas del mismo sexo.
Luego que el 28 de septiembre colectivos de mujeres se manifestaron afuera del Congreso para exigir aborto legal y seguro, el líder de la iglesia católica entregó un documento en la Oficialía de Partes del Poder Legislativo, que contiene la firma de religiosos integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Se pronuncian en contra de la despenalización del aborto, los matrimonios igualitarios, la adopción de niños a parejas del mismo sexo y la maternidad subrogada, con el argumento de que la vida humana comienza desde el momento de la concepción y va en contra de la familia como núcleo de la sociedad.
“La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida”, señala el escrito.
“Denunciamos todo intento explícito o velado, directo o sofisticado, de justificar el aborto provocado o de arrebatar la protección jurídica a los hijos antes de nacer”.
“Nos comprometemos a anunciar sin cansancio que la persona humana, se realiza en la relación hombre-mujer de forma complementaria y recíproca”, agrega.
ABORTO Y MATRIMONIO IGUALITARIO, PENDIENTES DEL CONGRESO
El 8 de octubre de 2019, la mayoría de diputados del Congreso del Estado se negaron a despenalizar el aborto y solo aprobaron una iniciativa del gobernador Luis Miguel Barbosa que redujo la pena de 5 a un año de prisión por abortar.
También rechazaron legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que la Comisión de Derechos Humanos (CDH) del Estado de Puebla y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) promovieron por separado acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El escrito de la Conferencia del Episcopado Mexicano además rechaza que mujeres “presten” su matriz para concebir hijos legítimos de parejas homosexuales.
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“La renta de vientres o maternidad subrogada constituye una explotación de la mujer, de quien se abusa con fines reproductivos. Denunciamos que no es justificable la doble vida. Las virtudes que se ejercen en la vida pública se cultivan en la vida privada”.