Las obras de reconstrucción del Hospital General de Zona 36, conocido como San Alejandro, en Puebla capital, fueron adjudicadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al Ejército sin siquiera haber realizado un estudio de mercado previo para garantizar las mejores condiciones financieras para el erario, evidenció la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
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Análogamente, el ente fiscalizador reveló que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) también se benefició de la contratación pública que realizó el IMSS para la elaboración del proyecto ejecutivo para la reedificación. Según precisó la ASF, la máxima casa de estudios del país era el segundo proveedor más caro, de los 10 que participaron en el procedimiento, sin embargo, se le entregó el contrato bajo esas condiciones económicas.
Mediante la tercera entrega del Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2022, que divulgó recientemente la Auditoría, se dio a conocer que el IMSS favoreció a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la contratación de la reconstrucción de dicho centro de salud que sufrió graves daños de infraestructura en el terremoto de 2017.
“No justificó que los convenios específicos de colaboración (...) con la UNAM y la SEDENA correspondieran a las mejores alternativas de contratación para asegurar al Estado las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias pertinentes”, puntualizó la ASF.
De acuerdo con el dictamen, el organismo encabezado por Zoé Robledo Aburto fue omiso de garantizar que el Ejército Mexicano y la UNAM eran las opciones financieramente más viables para llevar a cabo dichos trabajos en la entidad poblana.
En primera instancia, se indicó que, antes de emitir el fallo para la contratación de un proyecto ejecutivo, el IMSS llevó a cabo un estudio de mercado en el que se incluyeron ocho personas morales, una persona física y la UNAM.
Como resultado, se encontró que la institución educativa era la empresa que ofrecía el segundo presupuesto más alto de las 10 participantes. Pese a las condiciones financieras adversas, la universidad resultó beneficiada con el contrato y fue elegida para diseñar el anteproyecto.
Por si ello fuera poco, la UNAM incumplió en al menos una ocasión dicho contrato. De acuerdo con el informe, la universidad se comprometió a tener un avance equivalente al 74.9 por ciento del proyecto ejecutivo, sin embargo, en esa fecha registró un progreso de apenas 55 por ciento.
Pasan por alto filtros para el Ejército
Algo idéntico sucedió con el Ejército Mexicano, sólo que en este caso, según la ASF, el IMSS adjudicó a la Sedena los trabajos sin siquiera haber participado en los estudios de mercado que sí realizó a otras empresas interesadas en la adjudicación.
El informe destacó que fueron tres las compañías que pretendían concursar para obtener el contrato público conforme indica la ley, pues todas ellas formalizaron su inscripción para ser incluidas en los análisis de mercado que realizó el IMSS.
No obstante, las empresas fueron superadas por las Fuerzas Armadas, mismas que, sin siquiera haber participado en dichos estudios, recibieron la asignación del Estado mexicano para encabezar los trabajos de reconstrucción del Hospital de San Alejandro en Puebla.
Lo anterior no fue lo único que resaltó para la ASF, pues, además de todo ello, se precisó que el IMSS pagó a la Sedena el equivalente a lo que pedía la compañía con el segundo presupuesto más elevado de las tres que participaron.
Esta última anomalía contravino el oficio con folio SRACP/300/1022/2017, emitido por la Secretaría de la Función Pública (SFP) y publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 6 de noviembre de 2017.
Dicho documento estipuló, entre otras cosas, que antes de la contratación de un servicio debe elaborarse una “investigación de mercado que permita determinar a las dependencias o entidades contratantes, el procedimiento de contratación que deba llevarse a cabo para asegurar al Estado las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias pertinentes”.
IMSS omitió realizar bitácora para evaluar trabajos
En una segunda observación, la ASF reveló que el IMSS omitió utilizar la bitácora electrónica en la verificación de los trabajos de reconstrucción del Hospital de San Alejandro, misma que permite realizar un seguimiento puntual a los trabajos.
Vale la pena señalar que el ente fiscalizador recomendó al organismo encabezado por Robledo Aburto llevar a cabo los procedimientos pertinentes para que el Órgano Interno de Control investigue presuntas irregularidades en las contrataciones previamente expuestas. Hasta el cierre de esta edición no existe evidencia de que las observaciones hechas por la Auditoría hayan sido atendidas por la institución de salud.
Este diario reveló en septiembre pasado que la Federación destinó mil 161 millones 979 mil 445 pesos a la reconstrucción del Hospital de San Alejandro el año pasado. Este presupuesto fue 4.1 por ciento más bajo a lo que inicialmente planteó el instituto. Aunado a ello, se evidenció que durante el primer semestre de 2023 no se ejecutó un solo peso para los trabajos.
Según Robledo Aburto, las obras en este inmueble situado en el predio ubicado en la calle 29 Norte, entre 10 y 6 Poniente, terminarán en mayo del presente año, por lo que se espera que el centro de salud arranque operaciones en julio próximo.
Finalmente, es importante precisar que El Sol de Puebla consultó a la delegación nacional del IMSS, a través de su dirección de Comunicación Social, su postura referente a las observaciones de la ASF, sin embargo, no se obtuvo respuesta.