Infante poblano recibe riñón de adolescente de Acapulco

Pilar Pérez

  · viernes 7 de julio de 2017

Foto: IMSS

Con un semblante temeroso permanece Marco Jesús, de 12 años deedad, en una cama del Hospital General Regional 36 “SanAlejandro”, tras ser sometido a un trasplante de riñón, querequería desde hace un trienio, el cual fue posible gracias a otroadolescente de Acapulco, Guerrero quien falleció y donó susórganos.

Los ojos inundados con lágrimas de Marco son el reflejo de lasituación que vive. Las palabras, ayer, apenas salieron de suboca. ¿Tienes miedo?, se le preguntó, -Sí-, respondió y es unareacción normal, pues desde el primer año de edad fuediagnosticado con insuficiencia renal y el resto de su vida fue enlos hospitales.

Fue sometido a diálisis peritoneal dos veces, pues laenfermedad ya estaba avanzada y desde hace tres años él y sumadre, María del Socorro Serrano, estuvieron a la espera de unmilagro, una noticia que cambiara la vida de Marco, tiempo quepareció interminable hasta este miércoles.

Una llamada del  hospital iluminó su panorama. Un ángel de 12años de edad, como dijo la madre, transformó la vida de Marco,pues la decisión de los padres del donador tras su muerte enAcapulco se convirtió en una extensión de vida y por eso se dijoagradecida con el pequeño que le dio una nueva oportunidad de vidaa su hijo.

“Gracias a este angelito, por haber hecho esta donación.Gracias a eso la vida de mi niño va a cambiar y la de otros comoél. Entiendo el dolor de la familia y le pido a Dios que les déresignación y el consuelo, sé que es difícil, pero que le echenganas y muchas gracias”, dijo la madre con apenas un hilo devoz.

El traslado del riñón del Acapulco a la Ciudad de México porvía aérea y luego a Puebla por carretera fue a las 03:30 horasdel miércoles. A las 08:00 horas inició la cirugía y terminó alas 15:30 horas.

A partir de ese momento la vida de Marco no será la misma,podrá desenvolverse, con los cuidados necesarios, como cualquierotro niño, estudiar y convivir con los demás sin lascomplicaciones que arrastra desde hace 12 años.

Como él, dijo Ema Luna Díaz, coordinadora de Trasplantes de“San Alejandro”, hay cerca de 16 niños, quienes esperan untrasplante de riñón ya sea de donador cadavérico o vivorelacionado.

A su parecer, la cultura de la donación de órganos va enaumento, aunque todavía es necesario reforzar la idea entre lapoblación de la importancia de esta labor altruista.

Por su parte Roberto Salinas González, nefrólogo y pediatra dela misma institución, explicó que el donador nació conmalformaciones arteriovenosas a nivel cerebral, por lo que tuvomuerte cerebral de forma súbita y tras eso, la familia, el pasadomartes accedió a realizar la donación.

Finalmente, dio a conocer que la evolución de Marco essatisfactoria, pues señaló que con el riñón trasplantado yadepuró la toxinas que tenía en su cuerpo y las cuales eran muyelevadas, toda vez que esta es una característica de las personascon insuficiencia renal crónica; sin embargo, su pronóstico esfavorable.