La inflación en la región centro del país fue la segunda que menos avanzó del último trimestre del 2021 al primero del 2022, pues registró una variación del 0.19 por ciento. En esta zona se encuentran los estados de Puebla, México, Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo y Morelos.
De acuerdo con el Reporte sobre Economías Regionales del Banco de México (Banxico), este aumento en dicha zona, provocó que la inflación pasara de 6.51 por ciento a 6.70 por ciento.
La zona centro norte fue la que menos incremento tuvo en el indicador, con un 0.14 por ciento. Aquí se encuentran las entidades de Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas.
Mientras tanto, las de mayor aumento fueron la norte con un 0.26 por ciento, y la sur, con un 0.65 por ciento, donde se ubica Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas, Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Pese a esta diferencia en todas las regiones, el Banxico aclara que todo el país tuvo aumentos inflacionarios que no se habían registrado en las últimas dos décadas, es decir, desde hace 20 años.
Esto es resultado de los efectos asociados con la pandemia que todavía no se han resultado, y a la escasez de materia prima debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
“El conflicto también ha generado una mayor incertidumbre económica y aumentado los riesgos al alza para la inflación. Es posible que las disrupciones en las cadenas de producción y abastecimiento originadas por la pandemia se extiendan debido a la guerra”, señaló la institución bancaria.
En el reporte también se da a conocer que, entre octubre de 2021 y marzo de 2022, los productos que más se encarecieron por la inflación, fueron los agropecuarios, donde se encuentran las frutas y verduras.
Sin embargo, también sufrieron cambios los granos y fertilizantes, que son indispensables para el campo, así como los energéticos, tales como la gasolina y el gas doméstico.
Mientras tanto, los servicios que se vieron más impactados fueron la educación, el transporte, la vivienda, así como todo lo relacionado a restaurantes y hospedaje temporal.