En el estado de Puebla, siguen aumentando los casos de mujeres que acudieron a algún hospital o clínica por heridas ocasionadas por objetos punzocortantes y por armas de fuego.
De acuerdo con el último reporte de la Dirección General de Epidemiología (DGE), actualizado al pasado 31 de julio, se contabilizaron 432 casos en donde las mujeres reportaron que fueron heridas por armas de fuego cortas (pistola, revólver) o dispositivos con bordes afilados que pueden perforar o cortar la piel.
En comparación con el año pasado, la cifra ha incrementado, ya que, en el mismo periodo, pero del 2018 se contabilizaron 408 casos, lo que representó 24 incidentes más. El reporte, no indicó si la agresión fue cometida por un familiar, una pareja sentimental o si ocurrió en un asalto o accidente.
Este medio ya había publicado que, los asesinatos de mujeres en el estado de Puebla crecieron un 20 por ciento en el primer semestre del 2019 en comparación con el año pasado, y en un gran porcentaje de los casos, los asesinos, usaron armas blancas, o armas de fuego. Incluso se compartió el caso de Yanelli, una mujer de Huauchinango a la que violaron frente a su hija y con una navaja le pusieron en el pecho la palabra “puta”.
Rosario Ramírez González, responsable de orientación jurídica y psicosocial del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE), comentó que en las agresiones con objetos punzocortantes hay elementos de género, de odio y de aversión hacia las mujeres, ya que los agresores sienten la necesidad de marcar los cuerpos de las víctimas.
No obstante, en este tipo de heridas por arma de fuego y punzocortantes, los hombres siguen encabezando la lista. Hasta la semana epidemiológica 29, mil 5 hombres acudieron a un hospital por estos casos, mientras que el año pasado la cifra fue de mil 41, es decir, que hubo una reducción de 36 casos.
El miércoles 7 de agosto, El Sol de Puebla dio a conocer que, en menos de un día, siete personas fueron asesinadas en la entidad; seis de los siete homicidios se registraron al interior del estado, mientras que el otro sucedió en la capital poblana. En la mayoría de los casos las muertes fueron con arma de fuego.