Iberdrola México presentó los resultados de la primera fase del programa Luces de Esperanza en el estado de Puebla, un proyecto social que lleva electricidad a comunidades rurales que no tienen acceso a este servicio básico.
En un evento realizado el pasado 25 de junio, que reunió a las autoridades estatales y municipales, estudiantes y padres de familia, se comentaron los alcances de este proyecto que busca que los miembros del Telebachillerato Comunitario 62 de San José Monte Chiquito, ubicada en el municipio poblano de Santiago Miahuatlán, se equipe con un sistema fotovoltaico que les permitirá acceder a herramientas que impulsen el aprendizaje de las y los estudiantes.
“Este es uno de nuestros programas más queridos porque va alineado a la naturaleza de nuestro negocio, que es brindar energía limpia y renovable. Además, con él contribuimos con el combate a la pobreza, el desarrollo de las comunidades y la protección del medio ambiente”, comentó Erika Fernández, coordinadora de la Fundación Iberdrola México.
La representante de la empresa energética puntualizó que durante esta primera etapa del programa en el estado de Puebla se han suministrado paneles solares y baterías a 81 viviendas y 12 planteles educativos, en beneficio de más de mil 800 personas de 12 municipios de la entidad. Asimismo, enfatizó que se encuentra en fase de planeación la segunda etapa del proyecto, expandiendo su alcance a más comunidades en todo el estado.
Durante el evento se llevó a cabo la ceremonia del encendido de luces, precedida por una proyección de cortometrajes sobre el medio ambiente y la sostenibilidad, misma que fue posible gracias a la generación de energía limpia a través del pedaleo.
Omar Eulogio Toledo, presidente municipal de Santiago Miahuatlán, reconoció la participación de la empresa en beneficio de la comunidad y en particular para las y los jóvenes, quienes representan el futuro de la demarcación. “Los rostros de la gente que hoy nos acompaña es la muestra de que haciendo buenas acciones y trabajando de manera positiva podemos lograr una mejor comunidad, y una mejor vida. Luces de Esperanza es un programa que trae la luz, y la esperanza, de tener mejores condiciones de vida y de educación”, señaló durante su intervención en la ceremonia.
No obstante, quien se mostró más entusiasmada fue la comunidad estudiantil y docente de la institución, ya que después de tres años pudieron contar con energía eléctrica para desarrollar sus actividades y fortalecer el aprendizaje dentro de las aulas.
Al respecto, la directora del Telebachillerato, la docente Claudia Lizbeth Torres, agradeció la llegada del proyecto a la comunidad, pues indicó que la instalación del sistema fotovoltaico marca un antes y un después en la enseñanza dentro del plantel, mejorando la calidad de la educación que recibe el alumnado. “Para mí, para mis alumnos y para mis padres de familia, es un sueño hecho realidad, porque con ello podemos brindar una mejor calidad educativa. Estos sistemas solares nos permitirán ocupar las computadoras, bocinas y proyectores que durante muchos años estuvieron guardados”, comentó.