La experiencia que dejó el sinfín de afectaciones por precipitaciones pasadas en la capital poblana orilló a diversos hogares a prepararse para recibir a la tormenta tropical Alberto, que amenaza con la llegada de lluvias torrenciales, y así evitar inundaciones, goteras o daños por humedad en las viviendas.
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Al norte de la capital, junto a la barranca de la colonia Providencia, las intervenciones de mampostería son evidentes para evitar deslaves de las viviendas que se encuentran a la orilla de la misma, pues algunos muros de contención cayeron con las últimas lluvias de este año.
Las recientes precipitaciones han pausado estos trabajos, ya que el agua que se acumula al fondo de la barranca ha tenido que ser vaciada una y otra vez para asegurar que los nuevos cimientos no se vengan abajo con la tormenta tropical.
En la superficie, las viviendas de las calles aledañas, realizan esfuerzos con costales de arena y otras técnicas para evitar que el agua entre a sus hogares. Uno de ellos es Enrique Máximo, carpintero, quien narra a El Sol de Puebla que para evitar daños en la materia prima de su negocio, ha tenido que colocar jergas en la entrada de su local.
“Tenemos también que cuidarnos de que no se acumule la basura para que no se tapen las coladeras, desafortunadamente no estamos acostumbrado y he pensado en poner hule en la cortina (de metal) para proteger la madera de la humedad”, comparte.
Andrés Pantaleón, vecino de la misma zona, relata que el temor por recibir alguna afectación en su vivienda no es menor, toda vez que en años pasados el agua de la lluvia ha rebasado el nivel de su casa.
En otra parte de la ciudad, en la Barranca El Santuario, en la colonia La Revolución, Pablo Sánchez lamenta que la acumulación de basura impida que el agua de lluvia fluya libremente y provoque severos daños en los hogares que ahí se ubican.
No es justo porque la basura y las llantas llegan de arriba hasta la barranca, aquí las limpias solo consisten en quitar la hierba pero ¿y la basura? Eso sí nos afecta, desgraciadamente alguna vez el agua ya nos tumbó dos cuartos y la barda de la escuela de junto, se inundó tan fuerte que nos inundó el segundo piso cuenta.
Con riesgos, pero sin prevención
Por el contrario, existen otras zonas en donde, pese a tener la experiencia de inundaciones pasadas, hay un interés bajo o nulo por iniciar acciones de prevención de cara a la tormenta tropical.
Un ejemplo de ello es en la colonia Álamos, donde incluso la zanja que llega a desbordarse en época de lluvia, no ha sido un signo de alerta para los vecinos de la zona.
Lo anterior afirma Ángeles, quien renta una casa en la calle Venustiano Carranza y, pese a que ya se ha filtrado el agua en su vivienda por los baños, no ha puesto en marcha ninguna acción preventiva.
Relata que, en caso de algún daño mayor, su solución será retirarse del lugar.
“La lluvia es cada ala igual y ahora creo que cada vez lloverá menos”, señala Manuel Valerio, habitante de la misma colonia, quien también evita realizar un plan B en caso de siniestro.
“Hemos visto pocas afectaciones, en mi casa no porque está en la parte alta, no tenemos ninguna alerta por el ciclón y si llega a pasar solo tendríamos que buscar otro lugar donde vivir”, añade Guadalupe Rodríguez, de la colonia Jorge Murad.
En esta última colonia, otro de los residentes, Alexis Flores, asegura estar distante de los avisos o recomendaciones de las autoridades acerca de la tormenta tropical que se avecina en Puebla, ya que la preocupación puede ser prematura.
“Hemos consultado con un ingeniero para evitar lo que sucedió hace muchos años, ha hay acciones del gobierno municipal y lo único que nos queda es poner bultos de arena, lo demás ya no queda en nuestras manos, ojalá no nos vaya tan mal”, finaliza María del Carmen Ávalos, residente de la zona.
