La obstaculización de banquetas con anuncios y puestos ambulantes, así como la falta de poda de los árboles y el retiro de cables, fueron parte de las demandas que expusieron integrantes de la Asociación Cultural y Recreativa para la Proyección del Invidente de Puebla A. C. (ACRIP), quienes realizaron una manifestación pacífica para visibilizar las problemáticas que enfrentan.
A propósito del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemoró el pasado 3 de diciembre, las personas con debilidad visual se dieron cita en el Paseo Bravo, donde inició la marcha con rumbo al Zócalo de Puebla.
Con bastones en mano y diversas consignas como “no somos uno, no somos cien, somos un chingo, míranos bien”, fue que los manifestantes avanzaron sobre la Avenida Reforma y finalizaron su marcha frente al Palacio Municipal, donde señalaron que es importante que se les voltee a ver, puesto que requieren de mejores condiciones para desplazarse en la ciudad.
En entrevista, Alejandro Ramírez Campos, presidente de ACRIP, comentó que diariamente se enfrentan a obstáculos al momento de salir de casa, puesto que no hay huellas podotáctiles, las coladeras no tienen tapa, hay cables colgados, las ramas de los árboles no se podan y todo representa un riesgo para las personas que no pueden ver.
Asimismo, añadió que se debe regular el comercio en las vialidades, puesto que empresarios, ambulantes y hasta los mismos ciudadanos invaden las banquetas, ya sea con sus puestos, rejas o anuncios.
“Diario es una aventura o de riesgo al caminar en Puebla y en lugar de un obstáculo menos, siempre encontramos uno más. Nos dicen que para qué salimos, que deberíamos estar en nuestras casas, que si Puebla no reúne las condiciones para qué nos arriesgamos”, declaró.
Agregó que debido a esto, diariamente sufren accidentes, pero no los hacen públicos para no preocupar a la familia, ya que los “compadecen” y les impiden salir, pero ellos quieren ser fuertes e independientes.
Piden inclusión laboral
También urgió mayor inclusión laboral, puesto que los débiles visuales han sido desplazados y en los pocos lugares donde se ofrecen empleos, les piden que tengan un cierto porcentaje de percepción visual para poder trabajar.
De los 62 agremiados, solo cinco cuentan con un empleo. Ante esto, la mayoría han solicitado pensión del Bienestar, no obstante, les piden cada año un certificado médico que avale su discapacidad, lo cual tiene un costo. Por tanto, pidió que este tipo de trámites sean gratuitos, ya que muchas veces no todos cuentan con los recursos para ello.
“Una persona por default, si cumple 65 años de edad, automáticamente la incluyen al programa del Bienestar, y a nosotros nos hacen sacar un certificado cada año para comprobar nuestra discapacidad, no se entiende eso de discapacidad permanente, que es que nuestra ceguera ya es para siempre y nos hacen gastar”, apuntó.