Una inversión de más de 4 millones y medio de pesos, fue lo que se destinó para la realización del proyecto Ciudad Mural Puebla, mediante el cual, se intervinieron y rehabilitaron las fachadas de las juntas auxiliares de La Resurrección y San Andrés Azumiatla, así como de la Unidad Habitacional La Margarita, donde se efectuaron un total de 95 murales mediante la participación de 42 artistas.
Este proyecto fue una colaboración conjunta entre el Colectivo Tomate, el Ayuntamiento del Municipio de Puebla a través del IMACP (Instituto Municipal de Arte y Cultura) y de la Secretaría de Cultura mediante el Programa Festivales Culturales y Artísticos (PROFEST).
Respecto a la inversión, el PROFEST destinó 2 millones 221 mil pesos, mientras que el IMACP hizo una aportación de 1 millón 3 mil 890 pesos; por su parte el Colectivo Tomate -que es coordinado junto con la empresa Comex- hizo una inversión de 400 mil pesos en efectivo y 900 mil pesos en especie, dando un total de 4 millones 524 mil 890 pesos.
Salvador García, director del Colectivo Tomate, aseguró que estos proyectos permiten plasmar la historia e identidad de estos lugares y al mismo tiempo se promueve una mejora de los servicios públicos para estas colonias que se han caracterizado por ser focos rojos de inseguridad.
García reconoció que fue todo un reto trabajar en las tres sedes de manera simultánea, toda vez que, además de la realización de los murales, se realizaron diversas actividades musicales y culturales de teatro, danza y talleres.
Los artistas, dijo, además de poner a prueba toda su experticia, tuvieron que investigar la historia que rodea a estos espacios intervenidos, debido a que uno de los objetivos fue plasmar la esencia cultural de estos lugares.
Para ello, tuvieron que escuchar las historias de la gente, rastrear datos históricos y posteriormente realizar los bocetos para que fueran aprobados por la comunidad.
“Nada se pinta sin autorización de las familias y la comunidad. Esto implica que la obra es un proceso de creación colectiva”, refirió.
Explicó que cada espacio tiene una lectura histórica particular. En el caso de La Resurrección, detectaron un contraste entre el origen náhuatl de la junta auxiliar con el de las nuevas generaciones que se identifican con la cultura punk. Referente a Azumiatla, hay cierta nostalgia de la población ante el crecimiento de la mancha urbana que ha dejado de lado los campos de milpa que anteriormente había en la zona.
Con lo que respecta a La Margarita, el colectivo detectó que la población muestra un orgullo por su perfil de gente trabajadora.
Estas expresiones, agregaron los organizadores, permiten el fortalecimiento entre la ciudadanía y los artistas locales quienes a través del arte logran que las historias de estos barrios sean conocidas por toda la población toda vez que consideraron que actualmente “las historias ya no son contadas por las autoridades, sino son contadas por la gente”.