Por ingobernabilidad, las autoridades estatales no aplicarán multas a quien levante el confinamiento social el próximo 10 de mayo ni podrán regular quién sale de casa, porque saben que será incontrolable y tendrían que sancionar a la mayoría de la gente.
Leopoldo Castro Fernández de Lara, psicólogo de la Universidad Iberoamericana, campus Puebla, opinó que terminar con el aislamiento domiciliario provocaría más contagios y muertes por Covid-19 y el sistema de salud podría colapsar, por lo que el llamado del gobierno quedará en recomendaciones, pues nadie vigila que las leyes se cumplan.
A su vez, el politólogo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) e integrante del Comité Estatal de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, José Alejandro Guillén Reyes, dijo que replegar a la gente en su casa no ha dado los resultados que el gobierno esperaba ni es el mejor antídoto para frenar los contagios por coronavirus, al contrario el encierro ha generado un problema económico.
También de la UPAEP, la socióloga Dulce María Pérez Torres consideró irresponsable levantar la cuarentena el 10 de mayo para festejar a las madres, por lo que sugirió felicitarla por teléfono, videollamada o simplemente esperar a que la pandemia termine.
Los tres especialistas coincidieron en que es arriesgado dejar el confinamiento y en la medida en que la sociedad no atienda las recomendaciones de las autoridades de salud costará mucho más aplanar la curva de contagios y el resguardo podría alargarse.
HAY DESCONFIANZA EN LAS INSTITUCIONES
El psicólogo Leopoldo Castro consideró difícil que la gente entienda la importancia de quedarse en casa porque muchas veces el mexicano tiende a justificarse para hacer las cosas de manera individualista y le cuesta mucho pensar en conjunto, ser solidario, empático, disciplinado y tener confianza en las instituciones, pero también es ingobernable.
“Es un pueblo ingobernable porque hemos perdido el límite de las reglas básicas de comportamiento que nos podrían hacer funcionar, porque las instituciones se han desquebrajado a la par que en otros países hay gobiernos más fuertes y han podido imponer reglas a su población, hay gobiernos más eficientes que llega al extremo”, dijo.
Según Leopoldo Castro, el desacato de los poblanos ante la cuarentena tiene que ver con la disonancia cognitiva, un proceso mental que consiste en que antes de aceptar que algo debe cambiar, esa responsabilidad se transfiere a otras personas y se tiende a justificar ideas como decir que el coronavirus es un mito, que solo le da a un porcentaje de la población o clase social o que el gobierno lo inventó para meter miedo en la gente.
IRRESPONSABLE LEVANTAR CUARENTENA
La socióloga Dulce María Pérez consideró irresponsable levantar la cuarentena para el 10 de mayo y hacer reuniones para festejar a la madre, por lo que sugirió felicitarla vía telefónica, por videollamada o simplemente esperar a que la pandemia termine.
“Es un riesgo, tenemos que ser muy juiciosos para tomar decisiones de salir de casa con la familia, en especial el festejo del día de la madre, si bien en México está muy arraigado hay que tener un poco de caridad para esas personas, nuestras madres”, opinó.
Desde la sociedad civil, Alejandro Guillén prefirió no juzgar a quienes siguen saliendo a la calle por cuestiones de trabajo y aquí es donde el gobierno debe tomar las mejores decisiones para levantar el confinamiento y la sociedad tendrá que vigilar que los recursos destinados al combate de la pandemia sean transparentes y salven vidas.
El politólogo coincidió en que los gobiernos federal y estatal tienen la oportunidad de ganar legitimidad y una de las fórmulas es a través de la transparencia en la utilización del dinero público, que no exista sospecha de que los recursos son usados para otros fines.
“Ese es un punto fundamental para que el gobierno tenga la confianza de la sociedad de que independientemente de las decisiones de levantar el confinamiento o posponerlo, tenga la voluntad de transparentar el dinero de la gente, en esa medida sus decisiones van a ser aceptadas. Yo no juzgaría a quienes viven al día y tienen que salir a buscar el sustento”.