/ jueves 10 de agosto de 2023

Jefas de familia lideran un tercio de hogares en Puebla

De la cifra total de hogares de Puebla, el 32 por ciento cuenta con una jefa de casa, lo que representa 543 mil 681 viviendas

En el estado de Puebla un tercio del millón 713 mil 381 hogares que fueron censados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) durante el 2020 contaron con una mujer reconocida como “jefa de familia” por parte de las personas que habitaban la misma casa. Con dichas cifras, la entidad se encontró ligeramente por debajo de la media nacional sobre la cantidad de territorios que reconocieron a una figura femenina como la más importante al interior de las viviendas.

De acuerdo con la información disponible del segmento “Vivimos en hogares diferentes” correspondiente al censo del 2020, de la cifra total de hogares de Puebla, el 32 por ciento cuenta con una jefa de casa, porcentaje que traducido en cifra representa 543 mil 681 casas.

El restante, es decir, el 68 por ciento de las viviendas, reconocen a un hombre como jefe de la casa, lo que representa un millón 169 mil 700 hogares.

En palabras más simples, de cada 100 casas del estado, 32 respaldan a una mujer como la “cabeza” y 68 a un hombre.

Una gráfica del INEGI colocó a Puebla en la posición 20 a nivel nacional sobre la cantidad de viviendas con una jefa de familia.

El esquema arrojó que la Ciudad de México es la demarcación con más avances en el tema porque en el 40 por ciento de los hogares las mujeres son aceptadas como jefas de familia, lo que en cifra se traduce en un millón 98 mil 365 casas.

Luego se encontró Guerrero, Morelos, Sinaloa y Colima, las cuatro demarcaciones con el 35 por ciento. Con una décima menos estuvo Sonora, Jalisco, Veracruz y Chihuahua, mientras que, para el caso de Baja California, Guanajuato, Nayarit, Querétaro y Quintana Roo, el porcentaje fue del 33 por ciento.

El listado dejó por sentado que la posición 15 fue para el Estado de México con el 32 por ciento de los hogares liderados por mujeres, en las mismas circunstancias se encuentra Michoacán, Yucatán, Durango y Baja California Sur.

En el segmento de las entidades con el 31 por ciento se incluyó a San Luís Potosí, Tamaulipas, Tabasco, Campeche, Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Tlaxcala.

En tanto, las últimas cuatro posiciones fueron para las entidades de Coahuila, Zacatecas, Nuevo León y Chiapas, donde los porcentajes correspondientes arrojaron el 29, 28 y 27 por ciento, respectivamente.

En muchos de los casos, las mujeres no tuvieron otra opción que convertirse en las jefas de su familia. Foto: Archivo | El Sol de Puebla


Circunstancias obligan a ser jefas de familia

Guadalupe Guerra, una señora de casi 60 años de edad que reside al sur de la ciudad de Puebla, es una de las tantas mujeres de la entidad que es reconocida por los demás integrantes de su familia como la jefa del núcleo, pero, desde su experiencia, su propia historia de vida la orilló a dicha situación, no fue una circunstancia planificada.

En entrevista con El Sol de Puebla, relató que se separó del padre de sus hijos porque era víctima de diferentes tipos de violencia y en compañía de sus hijos abandonó el lugar donde vivía para evitar que siguieran presenciando las agresiones de su entonces pareja.

Ante ello, se vio en la obligación de convertirse en una “jefa de familia” porque tenía que trabajar para sustentar los gastos de sus hijos relacionados al pago de sus estudios, uniformes, el pago de los servicios básicos de su nuevo hogar, las comidas diarias y destinar, aunque sea en lo mínimo, un poco del recurso para realizar alguna actividad recreativa que le permitiera disfrutar de sus niños.

“Cuando yo me separo de mi esposo me veo en la obligación, en la necesidad de mantener a mis hijos, estaban estudiando, uno cerca de graduarse, no podía quedarme con las manos cruzadas, tenía que trabajar y era (una situación) muy pesada, pero sí se puede”, expresó.

En voz de Guadalupe Guerra, algunas de las mujeres están dentro del rubro mencionado por supervivencia y da muestra de la irresponsabilidad de algunos varones para asumir sus obligaciones, aunque no estén con las madres de sus hijos.

Incremento a nivel nacional

En la última década, el número de las mujeres del país que son reconocidas como jefas de familia ha incrementado casi un 10 por ciento, según los datos del INEGI.

En el año 2020, en 33 de cada 100 hogares ese sector fue respaldado como jefas de vivienda, lo que significa alrededor de 11 mil 474 983 hogares a nivel nacional.

La cifra más reciente se encuentra un siete por ciento por encima del número que arrojó el censo del 2010 porque en el año anteriormente mencionado, únicamente en 25 de cada 100 hogares la persona reconocida por los demás integrantes de la familia como la cabeza era una mujer.

La página web explicó que en los últimos años la población femenina ha emprendido una batalla en las diferentes esferas sociales con el fin de obtener los mismos derechos que los varones.

Dicha situación se ha reflejado en el área laboral, política y escolar, por mencionar algunas. Sin embargo, en los hogares han existido una serie de dificultades porque son espacios donde todavía hay problemáticas derivado de que pueden sufren algún tipo de violencia al interior de las casas donde viven.

Pese al tema negativo, las mujeres, quienes en la mayoría de casos se hacen cargo de las responsabilidades de los hogares, comienzan a ser reconocidas por los demás habitantes de la vivienda como “titulares” o “cabezas”.

Predominan los hogares familiares

Cabe mencionar que, el INEGI consideró para el censo que el hogar es “es el conjunto de personas que pueden ser o no familiares y que comparten la misma vivienda. Una persona que vive sola también constituye un hogar.

Sobre el apartado de los tipos de hogares la clasificación precisó que hay dos tipos, la familiar y no familiar, pero, principalmente predominan aquellas con los integrantes de la misma sangre porque el 80 por ciento entra dentro de la categoría anteriormente mencionada.

La subdivisión de los hogares familiares puntualizó que, en México, de cada 100 hogares 71 son nucleares, los cuales se refieren a que están conformados por el papá, la mamá y los hijos, o únicamente uno de los ascendientes con los infantes o adolescentes.

En el rubro mencionado inmediatamente también están incluidas las parejas que, por diferentes motivos han decidido no tener hijos.

De las 29 familias restantes, 28 son ampliadas, que están integradas por un hogar nuclear más otros parientes como tías, tíos y primas. De la única vivienda restante, abarca los dos tipos mencionados, pero, con la característica de incluir al menos una persona sin un lazo consanguíneo.


En el estado de Puebla un tercio del millón 713 mil 381 hogares que fueron censados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) durante el 2020 contaron con una mujer reconocida como “jefa de familia” por parte de las personas que habitaban la misma casa. Con dichas cifras, la entidad se encontró ligeramente por debajo de la media nacional sobre la cantidad de territorios que reconocieron a una figura femenina como la más importante al interior de las viviendas.

De acuerdo con la información disponible del segmento “Vivimos en hogares diferentes” correspondiente al censo del 2020, de la cifra total de hogares de Puebla, el 32 por ciento cuenta con una jefa de casa, porcentaje que traducido en cifra representa 543 mil 681 casas.

El restante, es decir, el 68 por ciento de las viviendas, reconocen a un hombre como jefe de la casa, lo que representa un millón 169 mil 700 hogares.

En palabras más simples, de cada 100 casas del estado, 32 respaldan a una mujer como la “cabeza” y 68 a un hombre.

Una gráfica del INEGI colocó a Puebla en la posición 20 a nivel nacional sobre la cantidad de viviendas con una jefa de familia.

El esquema arrojó que la Ciudad de México es la demarcación con más avances en el tema porque en el 40 por ciento de los hogares las mujeres son aceptadas como jefas de familia, lo que en cifra se traduce en un millón 98 mil 365 casas.

Luego se encontró Guerrero, Morelos, Sinaloa y Colima, las cuatro demarcaciones con el 35 por ciento. Con una décima menos estuvo Sonora, Jalisco, Veracruz y Chihuahua, mientras que, para el caso de Baja California, Guanajuato, Nayarit, Querétaro y Quintana Roo, el porcentaje fue del 33 por ciento.

El listado dejó por sentado que la posición 15 fue para el Estado de México con el 32 por ciento de los hogares liderados por mujeres, en las mismas circunstancias se encuentra Michoacán, Yucatán, Durango y Baja California Sur.

En el segmento de las entidades con el 31 por ciento se incluyó a San Luís Potosí, Tamaulipas, Tabasco, Campeche, Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Tlaxcala.

En tanto, las últimas cuatro posiciones fueron para las entidades de Coahuila, Zacatecas, Nuevo León y Chiapas, donde los porcentajes correspondientes arrojaron el 29, 28 y 27 por ciento, respectivamente.

En muchos de los casos, las mujeres no tuvieron otra opción que convertirse en las jefas de su familia. Foto: Archivo | El Sol de Puebla


Circunstancias obligan a ser jefas de familia

Guadalupe Guerra, una señora de casi 60 años de edad que reside al sur de la ciudad de Puebla, es una de las tantas mujeres de la entidad que es reconocida por los demás integrantes de su familia como la jefa del núcleo, pero, desde su experiencia, su propia historia de vida la orilló a dicha situación, no fue una circunstancia planificada.

En entrevista con El Sol de Puebla, relató que se separó del padre de sus hijos porque era víctima de diferentes tipos de violencia y en compañía de sus hijos abandonó el lugar donde vivía para evitar que siguieran presenciando las agresiones de su entonces pareja.

Ante ello, se vio en la obligación de convertirse en una “jefa de familia” porque tenía que trabajar para sustentar los gastos de sus hijos relacionados al pago de sus estudios, uniformes, el pago de los servicios básicos de su nuevo hogar, las comidas diarias y destinar, aunque sea en lo mínimo, un poco del recurso para realizar alguna actividad recreativa que le permitiera disfrutar de sus niños.

“Cuando yo me separo de mi esposo me veo en la obligación, en la necesidad de mantener a mis hijos, estaban estudiando, uno cerca de graduarse, no podía quedarme con las manos cruzadas, tenía que trabajar y era (una situación) muy pesada, pero sí se puede”, expresó.

En voz de Guadalupe Guerra, algunas de las mujeres están dentro del rubro mencionado por supervivencia y da muestra de la irresponsabilidad de algunos varones para asumir sus obligaciones, aunque no estén con las madres de sus hijos.

Incremento a nivel nacional

En la última década, el número de las mujeres del país que son reconocidas como jefas de familia ha incrementado casi un 10 por ciento, según los datos del INEGI.

En el año 2020, en 33 de cada 100 hogares ese sector fue respaldado como jefas de vivienda, lo que significa alrededor de 11 mil 474 983 hogares a nivel nacional.

La cifra más reciente se encuentra un siete por ciento por encima del número que arrojó el censo del 2010 porque en el año anteriormente mencionado, únicamente en 25 de cada 100 hogares la persona reconocida por los demás integrantes de la familia como la cabeza era una mujer.

La página web explicó que en los últimos años la población femenina ha emprendido una batalla en las diferentes esferas sociales con el fin de obtener los mismos derechos que los varones.

Dicha situación se ha reflejado en el área laboral, política y escolar, por mencionar algunas. Sin embargo, en los hogares han existido una serie de dificultades porque son espacios donde todavía hay problemáticas derivado de que pueden sufren algún tipo de violencia al interior de las casas donde viven.

Pese al tema negativo, las mujeres, quienes en la mayoría de casos se hacen cargo de las responsabilidades de los hogares, comienzan a ser reconocidas por los demás habitantes de la vivienda como “titulares” o “cabezas”.

Predominan los hogares familiares

Cabe mencionar que, el INEGI consideró para el censo que el hogar es “es el conjunto de personas que pueden ser o no familiares y que comparten la misma vivienda. Una persona que vive sola también constituye un hogar.

Sobre el apartado de los tipos de hogares la clasificación precisó que hay dos tipos, la familiar y no familiar, pero, principalmente predominan aquellas con los integrantes de la misma sangre porque el 80 por ciento entra dentro de la categoría anteriormente mencionada.

La subdivisión de los hogares familiares puntualizó que, en México, de cada 100 hogares 71 son nucleares, los cuales se refieren a que están conformados por el papá, la mamá y los hijos, o únicamente uno de los ascendientes con los infantes o adolescentes.

En el rubro mencionado inmediatamente también están incluidas las parejas que, por diferentes motivos han decidido no tener hijos.

De las 29 familias restantes, 28 son ampliadas, que están integradas por un hogar nuclear más otros parientes como tías, tíos y primas. De la única vivienda restante, abarca los dos tipos mencionados, pero, con la característica de incluir al menos una persona sin un lazo consanguíneo.


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