El excandidato a gobernador de Puebla en la elección extraordinaria de 2019, Alberto Jiménez Merino dio un rotundo no a Movimiento Ciudadano, que lo invitó a participar en la próxima contienda, sin embargo no descartó postular por una candidatura con el PRI al que ve con una alianza ciudadana y no partidista.
De cara a la definición de candidaturas en el Revolucionario Institucional para 2021, el exdelegado de la Comisión Nacional del Agua reveló a El Sol de Puebla que el partido naranja lo buscó, pero sin abundar en detalles dijo que rechazó la invitación y que seguirá en el tricolor donde ha estado por más de 35 años.
“Hace tiempo hubo una invitación que quedó en ¡No gracias! Y hasta ahí mi comentario, yo he militado en el PRI durante más de 35 años, desde que terminé la carrera de Ingeniero Agrónomo, es algo que no tiene ninguna importancia para mí. Sí hubo una invitación y hasta ahí la dejaré porque sigo en el PRI”, afirma.
Aunque asegura que la elección no le quita el sueño ni está obsesionado, admite que si su partido lo necesita estará en la contienda del próximo año cuando se renovarán las diputaciones federales y locales, así como los 217 ayuntamientos.
CRÍTICA SIMULACIÓN
Sin nombrar directamente a Leobardo Soto, dirigente de la CTM que sin irse oficialmente hace poco regresó al PRI después de que en las elecciones estatales de 2018 y 2019 apoyó abiertamente la candidatura de Miguel Barbosa, Jiménez Merino criticó a quienes así lo hicieron y ahora regresan simulando unidad.
Así ocurrió en la conformación de los comités municipales donde quienes levantaron otras banderas de repente se acercaron, lo que a su parecer no significa una unidad real y creíble, pues no se basa en los principios del partido.
“Nunca he particularizado en nadie, lo que sí hice evidente y digo es que aquellos que levantaron una bandera y fueron exhibidos con otros ejércitos sí deben retornar, pero esperar sus tiempos, de tal forma que puedan consolidar la unidad real. Era mi obligación por haber abanderado la extraordinaria última”, explica.
Esa explicación se debe al mensaje que lanzó en Twitter el pasado 4 de noviembre cuando dijo que el partido no es patrimonio personal ni de grupos ni debe ser club de amigos, sino que debe unir, escuchar a los liderazgos y considerar lealtades.
Jiménez asegura que apoya al presidente estatal Néstor Camarillo Medina, pese a que otros priistas no lo hicieron y se fueron, como Juan Manuel Vega Rayet, Germán Sierra Sánchez y Adela Cerezo Bautista, de cuya decisión se dijo respetuoso, pero llamó a fortalecer el partido para la elección de 2021.
ALIANZA SÍ, PERO CON LA CIUDADANÍA
Justamente de la contienda, el exdelegado de Sagarpa afirma que no ve al PRI en alianza con otros partidos, pero sí con la ciudadanía, aunque el bloque con el PAN y PRD ya es una realidad en cuatro estados para la elección de gobernador.
Así lo cree porque las que ha conocido solo tienen el propósito de ganar elecciones y el partido ganador da migajas, algunos cargos a los otros y al final terminan desapareciendo, por lo que a su parecer no es la mejor estrategia para triunfar.
Por otra parte, no duda que el priismo ganará muchos espacios el próximo año y uno de ellos sería la presidencia municipal de Puebla, donde el candidato o candidata deberá combinar juventud y experiencia, ímpetu, visión y preparación.
“Si el PRI hace las cosas bien, si de verdad escucha, busca a toda la militancia y hace una buena alianza con la sociedad tendrá buenos resultados”, prevé.
4T NO TIENE INTERÉS EN EL CAMPO
Para Jiménez Merino, ni el gobierno federal ni el estatal tienen interés en apoyar el fomento productivo y prefieren destinar presupuesto a los programas asistenciales que momentáneamente resuelven necesidades pero no hacen desarrollo.
“No es para la administración federal y creo que tampoco para la estatal una prioridad apoyar al campo”, dijo al pedir que se dejen atrás las confrontaciones, que se fortalezca la unidad nacional y el fomento económico, así como el turismo.
En esa tónica, el priista considera que ya es momento de presentar denuncias formales, que se aplique la ley y se deje de decir que todos son corruptos.