JOLALPAN, PUE.- Los víveres llegan, la cuantificación de losdaños está iniciado, los servicios médicos se están ofreciendo,pero Jolalpan aún no duerme, vive en la zozobra.
El estruendo del piso y las escenas de los techos de susviviendas cayéndose a pedazos, son los principales recuerdos quetienen los pobladores de la cabecera municipal desde el pasado 19de septiembre.
El terremoto de 7.1 grados Richter registrado esa fecha a las13:14 marcó sus vidas y no sólo por lo impactante que fue elmovimiento telúrico sino porque éste acabó con lo que sus padresy abuelos construyeron.
El apoyo de la población y de las autoridades ya ha llegadohasta este municipio, no obstante, algunos de sus pobladores,específicamente los de la comunidad de Santa Ana, que colinda conla cabecera, pretenden obtener más víveres aprovechándose deldesconocimiento de la población y de su solidaridad.
"PENSAMOS QUE ERA ELFIN"
"Pensamos que erael fin y que aquí nos quedaríamos". Con estafrase la señora Luisa Vivar Quintana describió el momento delsismo que la dejó sin casa y sin su tiendita, de la cual obteníarecursos para mantenerse. Hasta antes del temblor, ellavivía con su sobrino y su hijo y esposa de éste en una casaubicada en la mera esquina de las calles Aldama e Itubide de lacabecera municipal de Jolalpan.
El día de la tragedia se vino para abajo esta vivienda deadobe, soleras y tejas que le habían heredado sus papás, quienesa su vez la habían recibido de los abuelos de doña Luisa, de talsuerte que tenía más de 100 años.
Tras el sismo este inmueble se redujo a escombros: el techo sedesplomó y parte de las cuatro paredes se cayeron. "Yo estaba sentada y sentí que semovía todo muy feo y me fui corriendo pero me dio miedo porque lasotras tres casase de las esquinas se estaban moviendo y cayendo, nosabía qué hacer ", dijo. Pese al estadofísico de lo que era su casa, la señora Luisa de 59 años de edadregresó ayer, acompañado por su hermano y la esposa de susobrino, quienes se encontraban removiendo los escombros yrecuperando algunos artículos de su tienda.
Mientras limpiaba alguna monedas que había recuperado de suextinta negocio y vivienda, la señora Vivar Quintana reconocióque ya no puede concebir el sueño a partir de ese día."La verdad sí andobien preocupada, pienso que puede repetirse, y tampoco puedodormir, me da miedo cerrar los ojos, no puedo dormir", admitevisiblemente triste. Su hermano GaldinoVivar Quintana explicó que con la ayuda de brigadistas y vecinoslograron retirar una parte de la pared que representaba un peligroinminente para ellos y para quien pasaran por afuera delinmueble.
Su cibercafé de don Galdino, que se encontraba a la vuelta dela vivienda de su hermana, corrió con la misma suerte; su techose le cayó y sus paredes de adobe sufrieron severasafectaciones.
UTILIZAN A NIÑOS Y MUJERESPARA RECIBIR VÍVERES
Junto a la cabecera municipal de Jolalpan está la comunidad deSanta Ana, perteneciente al mismo municipio. Ahí los víveres yano son necesarios, sin embargo, grupos de pobladores se encuentranapostados la entrada a la junta auxiliar para pedir y retener losapoyos que llegan.
Estos grupos están integrados principalmente por niños ymujeres, por lo que los vehículos y unidades que llegan a esacomunidad se detienen y empiezan a entregar los víveres.
Algunos de los vehículos optan por ingresar un poco más a lacomunidad con la intención de darle otra repartición a la comida,artículos de limpieza y medicamentos que portan.
Sin embargo, a decir de algunos elementos del Ejército Mexicanoque resguardan dicha zona de la Mixteca Poblana, los apoyos ya sonsuficientes, por lo que se les pide a las personas que lleven losapoyos a otras comunidades en donde sí se necesiten. “Si vieras todo lo que tienenallá atrás (los pobladores de la comunidad de Santa Ana), parecetianguis, ya les estamos pidiendo a las personas que vayan a otroslados. Sí hubo afectaciones pero no tantas como las que ellosdicen”, dijo a este medio de comunicación uno de los elementosde la milicia.
Hay que destacar que las carreteras que llevan hacia losmunicipios de la Mixteca Poblana están llenas de vehículos convíveres, los cuales están repartiendo en las zonas que ellosconsideran que más los necesitan.
En este municipio fue uno de los más dañados por el sismo de7.1 grados del 19 de septiembre; las autoridades estatales yfederales ya comenzaron a hacer el censo de afectaciones paraposteriormente comenzar con la reparación y reconstrucción de lasviviendas y la infraestructura afectada.