Jorge Ponce Morales de 28 años de edad, acudió a un partido de fútbol con su familia en la comunidad de San Nicolás Zoyapetlacoya, en el municipio de Tepeaca, pero recibió una llamada que lo hizo comportarse de manera extraña. Cuando terminó el partido, se movilizó en su camioneta y desde ese momento, no se supo nada de él. Su vehículo se encontró horas después, pero las autoridades siguen sin darle información a sus seres queridos.
“Él desapareció un día sábado, el 23 de julio del 2022. Ya va para dos años. Fue al fútbol, llevó a sus niños, llevó a su esposa y en eso que estaba jugando, le entró una llamada. Esta persona también jugaba y. le decían Calixto, no sabemos si es su nombre o apellido y que según vivía por Tecali de Herrera”, recordó su hermana, Edith Ponce.
Cuando recibió la llamada, Jorge empezó a comportarse extraño y en cuanto terminó el partido, llevó a su familia a su casa, tomó rápidamente su camioneta y salió. No dijo a dónde se dirigía. Como pasaron las horas, su familia trató de comunicarse con él y respondió que estaba bien, le enviaron un mensaje y lo vio, pero como pasaron las horas, apagó su celular.
“Empezamos a buscarlo, pero ya no lo encontramos, lo buscamos por todo el pueblo, subimos, bajamos, pero nada. Toda la noche lo esperamos, pero ya no contestó. Al otro día salimos a buscarlo, pero siguió lo mismo, fuimos con las personas que conocía y algunos nos dijeron que vieron su camioneta, pero que él no la estaba manejando”, comentó Edith.
La persona que vio la camioneta, solía chiflarle a Jorge para saludarlo, pero la persona que ahora manejaba, ni siquiera lo reconoció, por eso cree que no era él. Ante esta nueva información, se movilizaron a la ciudad de Puebla para interponer la denuncia por desaparición en la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE).
Cuando iban de regreso de Puebla para Tepeaca, vieron la camioneta de Jorge estacionada en un tipo corralón. Inmediatamente avisaron a las autoridades, llegaron elementos policiales, pero indicaron que no podían entrar, argumentando que podía haber hombres armados.
“Llegaron refuerzos, sacaron la camioneta, se la llevaron a Puebla según para la investigación, pero mi hermano no estaba y hasta el día de hoy no sabemos nada (…) las autoridades no nos dicen nada, no sabemos qué hacía la camioneta de mi hermano ahí y no nos dan respuesta”, compartió.
Edith sólo quiere que se respete su derecho a la verdad, pues han sido dos años de incertidumbre y pide a las autoridades que hagan su trabajo y que les den respuesta de su paradero. “Queremos información para estar tranquilos, saber por qué se los llevaron”, agregó.
Edith tiene conocimiento de que ese mismo día, desaparecieron otros dos jóvenes de su pueblo con un modus operandi muy parecido al de Jorge, sin embargo, sus familiares no quisieron denunciar por miedo. En su opinión, estas dos denuncias hubieran abonado a que el caso tuviera más relevancia. “En los últimos años, nosotros perdimos el miedo, solo queremos encontrarlo, nos han lastimado tanto que ya perdimos el miedo”, concluyó.