La gastronomía es un elemento fundamental de la cultura de un lugar, y en la ciudad de Puebla se encuentra una fonda llamada La Chiquita, que ha buscado compartirla. Fundada en 1945 por Casimiro Campos, este restaurante se ha convertido en parte de la tradición gastronómica poblana. El negocio de comida está ubicado estratégicamente en la Maximino Ávila Camacho (hoy Juan de Palafox) y 6 Norte del Centro Histórico, frente a donde se encontraba la terminal de autobuses del ADO.
La creación de La Chiquita surgió de la visión de Casimiro Campos, quien entendió que los turistas que visitaban Puebla deseaban probar auténticos alimentos locales. Con esto en mente, decidió abrir la fonda para ofrecer una experiencia culinaria única a todos los visitantes de la ciudad. El establecimiento lucía de madera con detalles en barro.
Durante muchos años, La Chiquita se especializó en la venta de mole, un platillo tradicional que captura la esencia de la cocina poblana. Sin embargo, el restaurante se enfrentó a un desafío: la prisa de las personas que no tenían mucho tiempo para comer. Esto llevó a La Chiquita a convertirse en un lugar de paso, donde los comensales podían disfrutar de una comida rápida.
“Nos narraban que mucha gente iba corriendo, ya que tenían otras cosas que hacer, pero a la vez querían probar de los alimentos poblanos, entonces una de dos, o se comían rápido su platillo o se llevaban, así eran antes”, explica Claudia Carolina Campos López, nieta del fundador y una de las encargadas actuales del sitio.
Segunda sucursal
A medida que pasaban los años, La Chiquita se ganó una popularidad por los turistas, creció significativamente. La afluencia de comensales fue tal que se vieron en la necesidad de abrir una sucursal adicional, tan solo unos metros más adelante, en el número 5 de la misma calle (la original seguía abierta en el número 3).
“Ya no cabían las personas, era mucho turista que quería comer lo poblano, entonces se abrió la parte de arriba y se abrió esta, así la gente podía tomar asiento, además de que se empezó a vender otras cosas como Chile en Nogada, Pipián, Cemitas, Chalupas, entre otras más”, indica Claudia.
Cierran ADO
Con la creación de la CAPU y el reordenamiento del Centro Histórico de Puebla se tuvo que cerrar la central de autobuses de la 6 Norte, afectándole directamente al local de comida, ya que era la principal clientela.
“Sí hubo un antes y un después con esto, pero la familia continuó trabajando, no se detuvo, buscamos maneras para que esto siguiera, es por eso que a pesar de ello seguimos vigentes”, menciona Carolina.
Vuelve a impulsarse
En el año 2002, el restaurante recibió un impulso adicional cuando apoyó al cantante poblano Miguel Ángel en un reality show de televisión transmitido por Azteca llamado La Academia. Esta colaboración llevó a un aumento en la visibilidad de La Chiquita y atrajo a famosos y celebridades, quienes comenzaron a frecuentar ambos locales en busca de la auténtica cocina poblana.
“Miguel Ángel vino a cantar aquí, entonces se empezó a popularizar otra vez el local; entre famosos se empezó a pasar la voz, la gran mayoría de los concursantes de La Academia vinieron a degustar de los platillos poblanos”, explica la nieta del fundador.
Cierran la sucursal original
En el año 2017, un fuerte evento sacudió a la ciudad de Puebla. El devastador sismo del 19 de septiembre causó daños materiales significativos en la sucursal antes ubicada frente a la terminal de autobuses de ADO.
Debido a cuestiones de seguridad, el restaurante tuvo que cerrar sus puertas en ese lugar. A pesar de esta adversidad, La Chiquita demostró su resiliencia y perseverancia, comentan los actuales dueños, ya que la sucursal que abrió después sigue operativa y continúa siendo un destino popular para los amantes de la comida poblana.
Clásico para la farándula
Hoy en día, La Chiquita es considerada un clásico de Puebla, sobre todo por las personalidades del mundo de la farándula. Los famosos presumen de visitar este emblemático restaurante y reconocen su importancia en la ciudad. La fonda ha dejado una huella en la escena gastronómica poblana y se ha convertido en un lugar para aquellos que desean probar de los auténticos sabores locales.
Belinda, Amanda Miguel, Lusito Comunica, Karely Ruiz, Chuponcito, Yuridia, Wendy Guevara, Diego Verdaguer, son tan solo algunos de los personajes públicos que han probado la comida poblana en el sitio.
“Algo gracioso es que muchos fans vienen a comer solo porque su ídolo vino, y preguntan lo que comió para que ellos también coman eso; el sitio se ha ganado la popularidad actual por esos detalles”, añade Carolina.
La Chiquita, fundada en 1945 por Casimiro, a pesar de los desafíos a los que se ha enfrentado ha demostrado su fortaleza y continúa siendo un lugar de referencia para los amantes de la comida local, sobre todo para los turistas.
Una aclaración. Más a la orilla del centro histórico de Puebla, en la zona del Paseo de San Francisco, existe un restaurante de nombre parecido, que también vende platillos preparados de comida tradicional poblana. Ese es La Chiquita Poblana, que ninguna vinculación tiene con el que ha ocupado esta entrega de Clásicos Poblanos.