por AP
La Habana.- La de Fidel Castro, al igual que muchas otrasfamilias cubanas, no estuvo exenta de la división entre el exilioy la solidaridad con la revolución comunista que encabezó porcasi cinco décadas.
Mientras que su hermano Raúl era su confidente máscercano y fue su sucesor como presidente, su hermana Juana,exiliada en el sur de la Florida, llamó alguna vez “monstruo”a Fidel y dejó de hablarle más de cuatro décadas.
Fidelito, el hijo mayor de Castro y él único que élreconocía públicamente, se desempeñaba como científico nuclearen Cuba. Mientras en el otro extremo, Alina Fernández, nacida deuna relación con una hermosa mujer casada de la alta sociedad quepermaneció en la isla, criticaba a su padre duramente desde elexilio en Miami.
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El extenso clan de los Castro, también sufrió el mismotipo de disfuncionalidad y desacuerdos que afligen a tantasfamilias: hermanos que no se hablan, adultos resentidos poragravios de la infancia y conversaciones discretas sobre bebésnacidos fuera del matrimonio.
Durante la larga enfermedad de Castro que lo apartó del poderen 2006 y desencadenó su posterior sucesión, la reservacelosamente guardada en torno a su familia comenzó a dejarseentrever a medida que sus hijos más jóvenes y la madre de éstos,Dalia Soto del Valle, lo apoyaban y salían a la luz o se dejabanfotografiar.
Soto del Valle, una ex maestra rubia y de ojos verdes a la queCastro conoció durante las campañas de Cuba contra elanalfabetismo en la década de 1960, fue la relación másperdurable de su vida, pero ella jamás se desempeñó como primeradama.
La pareja permaneció junta más de cuatro décadas y tuvo cincohijos.
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Castro, que durante la revolución cubana asumió el alias deAlejandro, continúo su homenaje a Alejandro el Grande alnombrarlos: Alexis, Alejandro o Alexander, o con nombres quecomenzaran con A como a Angelito o Antonio. Ninguno participó enpolítica.
El más conocido es Antonio, o Tony. Cirujano ortopedista, ydurante año médico de la selección nacional de béisbol de laisla, posteriormente se convirtió en vicepresidente tanto de laFederación Cubana de Béisbol como de la Federación Internacionalde ese deporte, con sede en Suiza.
Durante décadas sus identidades y las de su madre fueronsecretos de Estado de los que sólo estaban al tanto un puñado depersonas leales al líder.
Castro mantenía tanta reserva sobre su vida familiar,que su estatus marital con Soto del Valle es un misterio. Algunosreportes dicen que se casaron en una discreta ceremonia civil en1980, pero no hay confirmación al respecto.
A la mujer del comandante, los periodistas la vieron por primeravez a principios de 2000 cuando participó en una enormemanifestación que exigía el regreso de Elián González, el niñocubano rescatado de una cámara de neumático en aguas del sur dela Florida.
Al año siguiente, Soto del Valle también hizo una inusualpresentación pública en el cabaret Tropicana durante el festivalinternacional de puros, que se celebra cada año, y se la vio pocodespués en un palco en una presentación del Ballet Nacional deCuba.
Pero no apareció junto a Castro hasta mediados de 2010, cuandoél se presentó públicamente varias veces tras una ausencia decuatro años luego de haber dejado el poder, lo cual incluyó suprimer discurso ante la Asamblea Nacional desde que cayó enfermoen 2006.
Hubo también divisiones en la familia que se remontabana un pleito por la custodia de Fidelito incluso antes de que Castroderrocara a Fulgencio Batista en 1959.
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La primera esposa de Fidel, Mirta Díaz Balart, sedivorció de él a mediados de la década de 1950 y se llevó aEstados Unidos a Fidelito, nacido en 1949 y el mayor de al menoslos otros nueve hijos de Castro.
Castro quería que el niño de cinco años no estuviera encontacto con la familia de Mirta, que incluía a su hermano RafaelDíaz Balart, funcionario del gobierno de Batista y enemigo de larevolución en la isla. Dos sobrinos de Mirta, Mario y LincolnDíaz Balart, se convirtieron posteriormente en congresistas de laFlorida que personificaban la oposición al gobierno de Castro enel exilio.
Mientras estaba en México preparándose para librar una guerrade guerrillas, Castro convenció a Mirta a que enviara a Fidelitopara una visita de dos semanas y después se negó adevolvérselo.
Posteriormente, mientras las hermanas de Castro llevaban alniño de paseo en el parque de Chapultepec, en la Ciudad deMéxico, tres hombres armados salieron de un automóvil y lotomaron para devolvérselo a su madre.
Incluso la propia niñez del líder Fidel Castro en el este deCuba tuvo ciertas complicaciones.
El patriarca Angel Castro, que emigró de la regiónespañola de Galicia y estableció una granja en la localidad deBirán, aún estaba casado en primeras nupcias cuando inició unafamilia con la madre de Fidel, Lina Ruz.
Se desconoce qué ocurrió con María Argota, la primera esposade Angel, con quien procreó a Lidia y a Pedro Emilio.
Angel y Lina tuvieron siete niños pero se casaron hastadespués de que nació Fidel, su tercer hijo.
El hermano mayor de Fidel, Ramón, conocido como “Mongo”Castro y quien fue hacendado toda su vida, era visto en público devez en cuando. Sus hermanas Angela y Emma también permanecieron enCuba. La más joven, Agustina, vivió en México durante muchosaños, pero viajaba habitualmente a la isla.
Ramón falleció a los 91 años en febrero de 2016.
De entre sus descendientes, el más parecido físicamente fueFidelito. Como adulto y después de que la relación filial entreeste joven y su padre se normalizara, cuando ya había triunfado larevolución, fue director de la Comisión de Energía Atómica deCuba cargo que dejó a principios de la década de 1990 por razonesno reveladas.
Alina Fernández nació el 3 de marzo de 1953 como fruto de unarelación de Castro con Natalia Revuelta, una beldad de ojos verdesy cabello negro, la elegante esposa de un distinguido cardiólogo,que se enamoró de Castro durante su lucha revolucionaria.
Fernández partió de Cuba en 1993 disfrazada con una peluca yun pasaporte español falso. Posteriormente describió susentimiento de abandono en el libro “La hija de Castro: memoriasdel exilio de Cuba”.
El libro de Fernández creó una división incluso entre losparientes de Castro en el exilio: Juana interpuso una demanda enEspaña en 1998, en la que argumentaba que el libro la difamaba,así como a los padres de Fidel. Un tribunal le ordenó a la casaeditorial pagarle 45.000 dólares a Juana Castro.
Otro de sus hijos con Soto del Valle, el fotógrafo Alex, sehizo famoso presentando inusuales retratos de su padre.
Castro tuvo otros descendientes fuera de un matrimonio:Jorge Angel Castro, que permaneció en Cuba y tuvo al menos cuatrohijos, incluso trillizos; y Francisca Pupo, que emigró a EstadosUnidos con su esposo en 1999.
Juana Castro dijo que se reunió con Pupo en territorioestadounidense.
Mientras tanto, por la otra rama familiar, la hija deRaúl Castro, Mariela, se casó con un empresario italiano y sedestacó por dirigir el Centro Nacional de Educación Sexual deCuba y hablar en favor de los derechos de los homosexuales cuandoestos todavía eran mirados con recelo, aunque posteriormente suactivismo se ubicó dentro de las tendencias más tolerantes a ladiversidad en la isla.
A pesar de sus diferencias, se decía que los Castro que aúnvivían en Cuba asistían con regularidad a reuniones los fines desemana en las que comían al aire libre y hacían paseos a caballo,orquestadas por Raúl en su papel de organizador principal deeventos familiares.
Y, al igual que en muchas familias, incluso los másdistanciados dejaron a un lado los resentimientos durante lascrisis. Juana Castro se negó a celebrar junto con otros exiliadoscuando su hermano Fidel fue operado de emergencia por un problemaintestinal en julio de 2006.
“Es mi familia, es mi hermano”, dijo a la Associated Pressen ese entonces.