La pandemia hizo aún más visibles las malas condiciones que ya sabíamos que teníamos en nuestro sistema educativo mexicano, destacó Rodolfo Cruz Vadillo, investigador de Posgrados en Educación en la UPAEP, quien aunado a esto consideró que, pese a las reformas que sexenio en sexenio se han implementado en materia de educación, las desigualdades e inequidad continúan, hecho por el que advirtió que si no hay un ejercicio de políticas públicas efectivo que permita la equiparación de estas oportunidades, las brechas de desigualdad van a aumentar.
“La pandemia puso muy visible las condiciones que de alguna manera ya sabíamos: las grandes desigualdades, inequidades educativas, que estaban presentes ahí y que pareciera que ya habíamos naturalizado y aprendido a sobrevivir con ellos”, indicó el especialista.
Consideró que vivimos en “la era de las reformas escolares” toda vez que en las últimas décadas hemos enfrentado más reformas educativas que en toda la historia de México, pero asegura que “por desgracia estas reformas son de carácter sexenal y no son de largo calado con las que podamos realizar una evaluación del impacto que han tenido”.
La contingencia sanitaria abrió, además, una ventana para ver las desigualdades en las que laboran los maestros y en la que aprenden los alumnos. “Las desigualdades siguen, las inequidades siguen. La educación no está llegando como tenía que llegar a todos. No es un tema de los profesores -reconozco su labor- pero con esto teníamos que ver la otra cara, hay precariedad en lo que están haciendo ellos porque no hay las condiciones”, señaló.
CRISIS DE DERECHOS HUMANOS
Esta crisis sanitaria, mencionó, también se está convirtiendo en una crisis de derechos humanos. “La educación es un derecho humano y hoy por hoy tenemos chicos que no están recibiendo la educación (…) la crisis apunta a que, si la educación es un derecho humano, en este momento está siendo la excepción porque no todos están teniendo los mismos derechos que los demás”, subrayó Cruz Vadillo.
Reconoció que la Secretaría de Educación ha puesto en marcha estrategias para la continuación de la educación a distancia, sin embargo, considera no son suficientes debido a la implementación de reformas que emplazaron en cada gobierno y que al final el problema no fue resuelto.
EL IDEAL ES ALFABETIZAR Y OTORGAR ESPACIOS DIGNOS
Rodolfo Cruz Vadillo destacó que la escuela, desde su creación, tenía como cometido alfabetizar a la población, pero también uno de los ideales era igualar los espacios y los lugares, sin embargo, a la fecha las condiciones son desiguales pues no todos tienen los mismos recursos.
“La escuela pública, como carácter de universal, lo que iba a permitir era eso: que todas las personas accedieran a una misma educación que les permitiera igualar los resultados y al final, acceder a determinadas formas de trabajo y vida en general. El problema es que la escuela parece que no lo ha hecho”, sostuvo.
Mencionó que la labor de los profesores es loable, toda vez que buscan la manera de llegar a los alumnos, pero tampoco “podemos romantizar la precariedad existente” pues reconoce que “hay precariedad de chicos que no están recibiendo lo miso que están recibiendo otros”.
EL DISCURSO ES EL MISMO, PERO NO HAY RESULTADOS
Respecto al discurso que el gobierno federal emplea sobre el contexto educativo que se vive no es nada nuevo, debido a que se habla de equidad y justicia, términos que circulan constantemente en el campo educativo, en las políticas y las leyes, pero son puntos que todavía no están resueltos.
“El siguiente paso que tendríamos que pensar es cómo están recibiendo esta educación porque, lo que nosotros estamos vislumbrando en un futuro post-pandemia, es que si no hay un ejercicio de política publica que permita la equiparación de estas oportunidades, las brechas de desigualdad van a aumentar”, consideró.
LA CASA NO ES LA ESCUELA
El catedrático destaca que una de las estrategias que se establecieron tras la pandemia fue migrar la escuela a la casa pero “la casa no es la escuela, porque la casa no cumple con estas características, (es decir), un espacio donde los chicos puedan relacionarse con sus pares e intentar igualar las posiciones con un mismo contenido: cada familia tienen una serie de recursos, más-menos, de capitales culturales y sociales, que se ponen en juego en este momento”, consideró.