“La primera vez (que probé marihuana) es la más intensa, parte de mis sentidos se agudizaron, mis pensamientos iban más allá de lo que normalmente están (…) te hace sentir relajado, te hace sentir bien”, dice Pedro, un joven que consumió su primer cigarrillo a los 15 años cuando iba a practicar patineta en uno de los parques de Puebla capital.
Usa lentes y gorra, es tímido a primera vista, pero narra con detalle cómo comenzó a consumirla, quién se la surte, de dónde proviene la mercancía, qué dicen sus papás, y mejor aún, cuándo puede consumirla y cuándo debe abstenerse.
Su gusto real por un cigarrillo de marihuana comenzó a los 18 años. Actualmente tiene 28 años, estudia una ingeniería y nunca se ha perdido en el viaje.
LA MARIHUANA QUE PRODUCE OAXACA ES LA MEJOR
Pedro afirma que en Oaxaca se consigue la mejor marihuana de México. La planta de ese lugar no tiene químicos, está esponjada, no está compactada, tiene buen sabor y mejores efectos, describe.
Mensualmente compra mensualmente un octavo de kilógramo de mediana calidad. La adquiere con un amigo proveedor de hace años, contrario a lo que hacía más joven, cuando la compraba con cualquier persona.
“Antes la compraba en donde se pudiera pero ya conforme fue pasando el tiempo empecé a adquirir amigos de confianza, un distribuidor de confianza, siempre la trató de comprar con un amigo que tengo desde hace años, sin mayor problema”.
Añade: “antes compraba 50 pesos cada semana pero conforme fue pasando el tiempo me di cuenta que no era de buena calidad: sabía mal, el efecto tal vez era menor; hay lugares en la que cuesta un poco más pero no está comprimida, no le ponen químico para que se comprima porque para traerla de un estado a otro la comprimen para que llegue aquí sin que se den cuenta. Un kilo se puede compactar como en un tipo ladrillo”.
MI FAMILIA ME ACEPTA
Sobre su familia, cuenta que al principio le pedían que dejara de fumar marihuana pero con el tiempo lo fueron aceptando.
“Al principio no les dije, conforme fue pasando el tiempo se fueron dando cuenta, cuando estaba en mi cuarto olía. Al principio no me felicitaron, me dijeron que no lo hiciera sobre todo por todo este tipo de paradigmas que tenemos en la sociedad de que está mal, por eso no les dije, hasta que con el tiempo se fue dando, me fueron conociendo y hasta la fecha me aceptan”, dice.
ME CONTROLO, SÉ CUÁNDO CONSUMIRLA
Pedro consume todos los días al menos un cigarrillo de marihuana, pero cuando tiene actividades escolares o de trabajo que cumplir y necesita estar al cien, él sabe dejar de lado su gusto y anteponer su responsabilidad para cumplir con sus obligaciones.
“La presión de las actividades que tengo en la universidad me limitan un poco a que fume. Yo estudió ciencias y hay cosas en las que necesito estar concentrado, poner atención, pero cuando pinto o salgo a patinar o salgo a distraerme, lo hago más seguido”
Él sabe que los efectos de la marihuana varían en cada persona, pero regularmente el efecto es “relajante” y es menos adictiva que otras adicciones como el tabaco o el alcohol.
“La marihuana es la droga menos adictiva que existe, incluso menos adictiva que el tabaco; hay gente que consume marihuana, pero por cuestiones de trabajo o enfermedad puede dejar de hacer y el tabaco a la mayoría de las personas les cuesta más. El alcohol produce más daños a la larga y son el causante número uno de accidentes.”
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