La Virgen de la Soledad que procesiona en Viernes Santo llegó a América en 1707 tras 10 años de permanecer en Europa con un grupo de monjas agustinas que la pusieron en el altar de su convento y no permitieron su salida del continente.
El historiador y arqueólogo, Eduardo Merlo Juárez, relató que el mulato liberto, Manuel de los Dolores, un gran devoto de la Virgen de los Dolores reunió dinero y pidió al capitán barquero Diego de Santillana una cabeza y unas manos de la imagen que tanto veneraba para ponerla en su propia ermita.
Cuando el capitán viajó a Europa buscó la imagen adecuada que le había pedido el mulato, adquirió sólo la cabeza y las manos, pero al faltar tiempo para el viaje de regreso dejó las piezas escultóricas en un baúl que encargó a las religiosas del templo de San Agustín, quienes mandaron a armar la imagen y tras vestirla la pusieron en el altar de su convento.
Al estar listo para volver a América, narró el especialista, las monjas se negaron a entregar la imagen; tiempo después y de forma coincidente, la madre superiora enfermó y en un sueño la virgen le pedía dejarla ir a América. Hasta cumplir este cometido, la monja sanó y la imagen llegó a México.
“Fue entonces cuando quitaron la imagen, la desarmaron y la metieron en el baúl para que se viniera a América, pero esta era sólo una parte de su aventura. Llegó a la Nueva España hasta el año de 1707, para esto habían pasado casi 10 años de que el mulato la había pedido, la fue a recoger a Veracruz e hizo una fiesta, en su casa ya tenía un jacalito para poner la imagen”, relató.
Ante la devoción que despertó la presencia de la Virgen de la Soledad en su llegada a México, los vecinos del mulato construyeron una capilla para que fuera venerada; por las diferencias que se generaron a partir de la pertenencia del mulato sobre la imagen, la Mitra se encargó de ésta y en 1749 se consagró una nueva iglesia que lleva el nombre de la imagen.
En la actualidad se conserva la capilla donde antes era venerada la Virgen de la Soledad, se encuentra en la parte trasera de la iglesia y es una de las imágenes que forman parte de la procesión de Viernes Santo.