Las altas temperaturas que se han registrado en últimas fechas, derivadas de la temporada de calor en México, han ocasionado que la Laguna de San Baltazar, ubicada en la capital poblana, se encuentre a un 83 por ciento de su capacidad, por lo que las zonas altas de este embalse se observan completamente secas.
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Se trata de un vaso regulador natural el cual alberga el agua de las lluvias, por lo que durante la época de sequía, el líquido se evapora y los 2 millones de litros con los que cuenta este embalse llegan a bajar hasta un 25 por ciento. Actualmente, se ha alcanzado un 17 por ciento menos por el calor, por lo que los patos y garzas que viven en este espacio se pueden ver caminando en las áreas donde no hay líquido.
En entrevista con El Sol de Puebla, Verónica Mastretta, directora de Puebla Verde, la asociación que rescató esta laguna y que se hace cargo de esta desde hace más de 35 años, señaló que las temperaturas cada vez son más altas, pues si con anterioridad se llegaba a un máximo de 25 grados centígrados actualmente el termómetro marca hasta 32 grados, lo cual es preocupante.
Indicó que, por tanto, la evaporación de agua se puede ver cada año, pues es un fenómeno natural, no obstante, poco a poco es un porcentaje más alto el que se registra respecto a la disminución del agua derivada del calor en la capital.
Verónica recordó que hace aproximadamente 20 años hubo una temporada de sequía que duró mucho tiempo, por lo que fue entonces cuando se alcanzó un nivel alarmante en la laguna (no precisó una cifra), pero nunca se ha secado al cien por ciento.
Por lo anterior, apuntó que por ahora los niveles entran en los parámetros considerados como normales, pero invitó a la gente a cuidar del medio ambiente, pues es el cambio climático el que cada vez desencadena más estragos que se pueden ver reflejados en los cuerpos de agua.
“La laguna es un vaso regulador natural (…) tiene una inclinación natural que permite que el vertedero saque el agua excesiva, cuando hay trombas o mucha lluvia, toda el agua que ven es la lluvia del año pasado. En época de secas, el nivel de la parte Poniente baja, porque es la parte que está más alta, aquí nunca se nos ha acabado el agua”, dijo.
Cambio climático y contaminación afectan fauna y flora de la laguna
A propósito de las afectaciones del cambio climático, Verónica Mastretta, añadió que en la Laguna de San Baltazar también ha visto que la falta de temperaturas frías ha ocasionado que los árboles se llenen de plagas, lo cual con anterioridad no pasaba.
“Los árboles que no se plagaban, ahora se plagan porque les está faltando frío, les están faltando horas de frío, todo incide en la naturaleza, nada es ocioso y si hay señales de qué hay un cambio climático y que tenemos que luchar contra él, es una realidad”, declaró.
Mientras que, la contaminación ha repercutido en la fauna, pues al no haber cuerpos de agua limpios ahora las aves se concentran en la Laguna de San Baltazar, pues es un lugar en el que hay peces que pueden comer sin enfermarse.
Detalló que por ahora existe una sobrepoblación de garzas, las cuales llegan para alimentarse de los pescados, pero es una situación inquietante.
“Ahorita tenemos un exceso de población de garza, porque no tienen a dónde ir, acá tienen mucho alimento, tenemos muchos peces, el ciclo de vida es rico (…) es preocupante ver que cada vez más fauna no tiene a dónde ir”, finalizó.